Peshawar: autoridades bloquean la presentación del libro de Malala. Militantes: "vergüenza"
de Shafique Khokhar
Los directivos de Khyber Pakhtunkwa han cancelado, detrás de presiones y amenazas, el lanzamiento de la autobiografía de la muchacha símbolo de la lucha contra los talibanes. Para militantes y sociedad civil es un acontecimiento que "hace empalidecer" a las peores dictaduras. Bajo acusación Imram Khan, líder del partido de mayoría en la provincia, que dice estar a obscuras de la cuestión.

Peshawar (AsiaNews)- "¡Vergüenza, vergüenza, vergüenza!" No usa medios términos el militante paquistaní Tahir Anjum, al comentar la decisión de las autoridades provinciales de Khyber Pakhtunhwa del bloqueo de la presentación de un libro autobiográfico que se refiere  a Malala Yousafzai. Ayer a la tarde junto al Area Study Center de la Universidad de Peshawar estaba en programa el lanzamiento de "I am Malala", escrito por la joven paquistaní que se convirtió en símbolo de la resistencia contra la violencia islamista y talibana. Sin embargo, el día precedente intervinieron varias veces los dirigentes gubernamentales de la provincia- dos ministros (Shah Farman y Sira ul Haq) se dirigieron al director del centro de estudios y luego fue también la policía- que lograron cancelar el evento sin explicar las medidas y dijeron que por "razones de orden público y de seguridad" había  sido tomadas. El departamento trató de oponerse con una enorme resistencia, pero advertencias y amenazas de estilo mafioso prevalecieron y no se pudo presentar el libro.

Organizaciones pro derechos humanos y miembros de la sociedad civil aseguran que el evento será reprogramado en los próximos días, pero queda la amargura por el abuso cometido por las autoridades y por la evidente violación de la libertad de pensamiento. "¿Sería esta nuestra democracia?, acusa Thir Anjum, una realidad en la cual "no es posible promocionar un libro escrito por una jovencita". Él agrega, que la cuestión "haría empalidecer aún al más despiadado de los dictadores" y es espejo de la "progresiva talibanización" del País.

La cuestión provocó una profunda indignación en Paquistán y levantó un áspero debate sobre la libertad de expresión y la progresiva violación de los derechos más elementares derechos. La controversia tocó hasta los más altos jefes del Partido Pakistan Tehreek-e- Insaf (Pti), fundado y guiado por el excampeón de cricket Imram Khan. Para los organizadores detrás del bloque forzado está la "intervención directa" del gobierno provincial. La respuesta del líder Pti fue confiada a un tweet de ayer: "No tengo idea por qué-subrayó en su sitio Imram Khan- el lanzamiento del libro de Malala en Peshawar se haya prohibido. El Pti cree en la libertad de pensamiento/discusión, no en la censura de las ideas".

Una respuesta que no ha convencido a los militantes y a la sociedad civil, furiosos por lo sucedido. Mohamed Tahseen, director ejecutivo de South Asia Partnership- Pakistan (Sap-Pk) explica a AsiaNews que es "una clara actitud de los políticos, que no se quieren jamás asumir la responsabilidad de sus propios crímenes". Antes de comunicar, agrega el militante, él "tendría que haber consultado a sus ministros" y ahorrarse el hacer este tipo de "payasadas". Yo mismo, concluye, traté de comunicarme con los dirigentes del Pit en fecha 27 de enero para obtener el permiso para el evento, "pero sin ningún suceso y nadie me escuchó".

Malala Yousafzai- ganadora de un premio juvenil - el 9 de octubre 2012 fue víctima de un atentado talibán en Swat Valley, zona montañosa de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, en la frintera con Afganistán, bastión de los extremistas islámicos. Fue atacada mientras s e encontraba a bordo de un coche-escuela que la habría llevado a su casa, después de haber concluido las clases de la mañana. La joven, se salvó gracias a una campaña de movilización internacional, se hizo famosa a la edad de 11 años, por haber tenido un blog en el sito de lengua local de la Bbc en el cual denunciaba los ataques de los fundamentalistas islámicos paquistaníes contra las muchachas y los institutos escolares femeninos.

A lo largo de la frontera nord-occidental, donde en algunas zonas rige la sharía y la Cortes islámicas, consideradas como los verdaderos bastiones de los talibanes paquistaníes, fueron centenares las escuelas- también cristianas- cerradas por atentados o destruidas por los extremistas. Quienes pagaron fueron centenares de miles de alumnas y al menos 8 mil docentes mujeres, cuyo trabajo está es riesgoso.