Tokio (AsiaNews) - El domingo 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, en la Iglesia de San Ignacio, en Tokio se celebró por primera vez el Día de la Vida Consagrada con la participación de los Superiores Mayores de los Institutos y Congregaciones y representantes, tanto varones como mujeres. Estos (más de 300 personas) se reunieron para la misa presidida por Mons. Joseph Chennoth, Nuncio Apostólico en Japón, y de sentir alegría con la confirmación de la proclamación de 2015 como Año de la Vida Consagrada.
En su homilía, el nuncio ha querido agradecer especialmente a los participantes por su cooperación - junto con los obispos y otras comunidades cristianas - ayudando a las víctimas del Gran Terremoto de Japón Oriental [el terremoto - tsunami que asoló Japón en 2011 ndt], que se acerca el tercer aniversario (11 de marzo). El episcopado celebró en la Catedral de Sendai una misa por el eterno descanso de los fallecidos el 10 de marzo.
El nuncio invitó a los religiosos también a una "globalización", que están llamados a realizar de una manera particular, no tanto como "maestros ", sino de "testigos" de la verdad, la solidaridad, la justicia, la oración y una vida más alegre como "un signo y una garantía" de la verdadera paz. Y esto, dijo, no sólo a nivel personal sino también a nivel comunitario. El Obispo Chennoth también recordó a los presentes lo que dijo el Papa Francisco en el Salesianum de Roma en noviembre de 2013: "Los religiosos y religiosas deben ser capaces de despertar al mundo".
* Superior Regional del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras en Japón