El Patriarca Raï: "el Líbano será construido juntos o no será"
de Fady Noun
Una "Memoria" dirigida a los que componen la sociedad política libanesa, en la fase "más crítica" de su existencia. La pérdida "de hecho" del sentido del Pacto nacional. El valor de la neutralidad, la guerra en Siria e Israel. Las "prioridades" que se imponen.

 

Beirut (AsiaNews)- "El Líbano será construido juntos o no será": lo escribe el patriarca maronita en una "Memoria" que pone en guardia a los libaneses sobre el debilitamiento de su pacto de vida juntos y que los invita a poner en orden en sus propias prioridades.

Es una carta muy bella, una "memoria" muy bella, muy sincera, aquella que el Patriarca dirigió ayer, en la conclusión de la reunión mensual de la asamblea de los obispos maronitas, a los que componen la sociedad política libanesa, para recordar "que esas han hecho juntas el Líbano"- la proclamación del Gran Líbano lleva la fecha 1920- y "que esas deben preservar juntos la existencia".

Si las cosas son dichas con tanta gravedad e porque, según el Patriaarca, el Líbano está viviendo una fase crítica de su existencia, "la más crítica", en sus palabras y que para superarlas se necesita de toda su memoria histórica.

De aquí la afirmación de que. "El Líbano será construido juntos o no los será" (17), contenida en este documento rico y bien articulado.

Si estas palabras, del todo obvias, son necesarias hoy es porque, afirma en substancia el documento, las diversas comunidades que componen el Líbano están extremamente polarizadas por la existencia de ejes políticos regionales a los cuales deben mayor o menor fidelidad.

De hecho, dividido entre el eje siro-iraní y Arabia Saudita, el Líbano vive en este momento horas cruciales. Esto se concentró luego en la guerra en Siria, que se convirtió en punto de convergencia de todas las alianzas regionales e internacionales, el lugar en el cual se juega una parte determinante del futuro del Medio Oriente. Un partido que, en el plano local, se tradujo a través de una acérrima lucha de poder que ha completamente falsificado el rol de las instituciones, "en el punto de parálisis" subrayado en la memoria.

El Patriarca maronita custodio del Líbano

Consciente del peligro y del hecho que la historia ha hecho de los patriarcas maronitas los fundadores y los "custodios" del Líbano, el Patriarca Räi sintió el deber de recordar a los unos y a los otros, las constantes históricas que impedirán al Líbano ser dividido hasta explotar y le permitirán vivir su vocación, la de ser "más que un País, un mensaje, un modelo de libertad y de pluralismo para Oriente y Occidente", según la feliz fórmula de Juan Pablo II con la cual se concluye el mensaje.

Para hacerse entender, el Patriarca remonta a los orígenes de la creación del Líbano independiente, fundado sobre un "Pacto nacional" oral (mithaq), que es el consentimiento, la adhesión a una "convivialidad (islamo-cristiana) que le es precedente".

La Memoria deplora la pérdida de hecho, es enteros sectores de la esfera política, del sentido del "pacto", a ventaja de una lucha por el poder e invita a reencontrarlo y reforzarlo.

Fórmula y Constitución

El Pacto de fundación, prosigue el Patriarca, se encarnó en una "fórmula" (sigha) y en una Constitución. La fórmula se expresa a través de "dos negaciones", "Ni Oriente, ni Occidente" que eran un consentimiento a una voluntad de vivir juntos. En esa época, sostiene el Patriarca, aquel "ni...ni", significaba no a la unión con Siria y no a la obediencia a Francia. Hoy lo que tiene que ser superado es "la esencial fórmula", la adhesión a una vida juntos, que es la renuncia a uniones externas, y no a su carta.

Después "del pacto" viene la "Constitución", que encarna la voluntad de participación en el ejercicio del poder y de la edificación de las instituciones, que se desarrolló hacia el respeto del principio de la paridad islamo-cristiana en el Parlamento, en el gobierno y en los altos cargos administrativos.

La neutralidad positiva

El Patriarca eleva al rango de las constantes fundamentales el principio de "neutralidad positiva", implícito en la fórmula. Señala que esta neutralidad se expresa en relación a los ejes políticos a la cual se sienten atraídos las comunidades libanesas, pero eso no impide en modo alguno el compromiso del Líbano ante las grandes causas del mundo árabe, comenzando con la causa palestina.
Sobre la neutralidad asegura que "lejos de aislar al Líbano de los compromisos regionales, como algunos temen, es la mejor manera de defender el pluralismo en una sociedad compuesta" (15) como el que está en el Líbano.
No hace falta decir que la mayor violación de la neutralidad que protege el Líbano es, a los ojos de muchos libaneses, la participación militar de Hezbolá en Siria y las represalias que eso comporta en suelo libanés, en forma de atentados suicidas.
Sin nombrar a Hezbollah, el documento patriarcal subraya la importancia para el Líbano, "de evitar ser un punto de tránsito o un punto de partida para los actos capaces de implicar en el conflicto al Líbano (... ) entre los ejes regionales o internacionales ". En el pasaje, el Patriarca no olvida la esperanza de encontrar una solución pacífica a la guerra en Siria.
Para equilibrar, la memoria evoca la necesidad de una "estrategia de defensa nacional " que permitiría a Líbano "recuperar sus tierras robadas (por Israel ) y proteger las fronteras".

Las prioridades

En conclusión, el Patriarcado se hace el deber de asumir las consecuencias de los peligros reales del Líbano y recordar la "prioridad" de acciones que considera se necesitan. Ellos son: