Ataque islamista en el sur de Tailandia: cinco muertos y seis heridos
Entre las víctimas había un monje budista, blanco del ataque, y un niño de nueve años. Ayer por la noche una mujer de 29 años fue asesinada y su cuerpo quemado. Detrás de los asaltos, la muerte la semana pasada de tres hermanos la religión musulmana. Los rebeldes anuncian nuevos ataques. La crisis política en Bangkok ha bloqueado las conversaciones de paz entre el gobierno y los islamistas.

Bangkok (AsiaNews/ Agencias ) - Cinco de las víctimas, incluyendo un monje budista y un niño de nueve años de edad, y al menos seis heridos es el balance de dos ataques separados que tuvieron lugar en el sur de Tailandia, que ha sido el escenario de una lucha separatista de una milicia islamista. Fuentes policiales informaron de que detrás de ambos ataques, estaría la muerte violenta, que se produjo hace unos días, de tres jóvenes hermanos musulmanes.

Testigos locales informan que esta mañana, cuatro hombres armados a bordo de motocicletas, abrieron fuego contra un monje mientras estaba recogiendo las ofrendas. El ataque tuvo lugar en el distrito de Mae Lan, en la provincia sureña de Pattani. Las balas golpearon y mataron al sacerdote y otras tres personas presentes en ese momento en la escena, entre ellos un niño. Entre los heridos también estaría un oficial de la ley, que participaba en el suministro del monje.

En el segundo incidente, que se produjo ayer por la noche en el distrito de Yaring, también en Pattani, murió una mujer de 29 años de la fe budista. La mujer se encontraba a bordo de su moto de vuelta a casa cuando fue alcanzada por una ráfaga de balas, después de matarla, los agresores prendieron fuego al cadáver. En la escena del crimen dejaron una nota dirigida "a la cabeza del ejército", en el que explican que "este no es el último cuerpo para [vengar] a los tres hermanos".

Los tres hermanos de religión musulmana ( tres, cinco y nueve años), originarios de la vecina provincia de Narathiwat, fueron asesinados con un arma de fuego la semana pasada frente a su casa, de regreso de oraciones de la tarde en la mezquita. También involucrados en el tiroteo estuvieron el padre y la madre (embarazada), pero sobrevivieron.

En los últimos días, la facción islamista había realizado un primer acto de represalia por la muerte de los niños: el 10 de febrero, la esposa de un policía fue muerta y luego prendida fuego, en un episodio muy similar a lo que sucedió la noche anterior, en el mercado principal de la ciudad, en frente de una multitud aterrorizada.

El sur de Tailandia, en la frontera con Malasia, es el escenario de una lucha separatista de una década por parte de extremistas islámicos, que hasta ahora han causado más de 5.900 víctimas, la mayoría de ellos civiles. Los islamistas piden la autonomía de Tailandia, que se anexó la región hace más de un siglo, y acusan a las autoridades de Tailandia y budistas de violaciones  a los derechos humanos y no respetar la cultura local. Casi todos los días suceden atentados dinamiteros y tiroteos; las conversaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes están en un punto muerto, agravada por un enfrentamiento político - entre el primer ministro Yingluck Shinawatra y la oposición dirigida por el Partido Demócrata - que durante meses ha paralizado la vida institucional en Bangkok y toda Tailandia.