Papa: a los Focolares, se necesita del testimonio de un estilo de vida que muestre la novedad que nos donó Jesús
Recibiendo a los obispos amigos del Movimiento, Francisco subraya que cuando una persona advierte que "la reciprocidad del amor entre los discípulos de Cristo" es posibles y es "capaz de transformar la cualidad del amor entre los discípulos de Cristo" es posible y es "capaz de transformar la cualidad de las relaciones interpersonales2, se siente llamada "a descubrir a Cristo".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- "La sociedad de hoy tiene una gran necesidad del testimonio de un estilo de vida de la cual se vislumbre la novedad que nos donó el Señor Jesús: hermanos que se amen aún en las diferencias de carácter, de proveniencia, de edad... Ete testimonio hace nacer el deseo de estar involucrados en la gran parábola de comunión que es la Iglesia". Lo dijo hoy el Papa Francisco, que ha encontrado a los obispos amigos del Movimiento de los Focolares, reunidos en estos días en Castel Gandolfo para su 37 encuentro internacional, sobre el tema: "La reciprocidad del amor entre los discípulos de Cristo"".

A los obispos, el Papa les recordó que ellos son "llamados a llevar a estos encuentros el respiro amplio de la Iglesia y hacer así que, cuánto recibido en esta ocasión, "vaya en beneficio de toda la Iglesia".

Refiriéndose después al tema del encuentro, él observó que cuando una persona advierte que "la reciprocidad del amor entre los discípulos de Cristi" es posible y es "capaz de transformar la cualidad de las relaciones interpersonales", se siente llamada a "descubrir o a redescubrir a Cristo, se abre al encuentro con Él vivo y operante, estimulada a salir de sí misma para i hacia los otros y difundir la esperanza que ha recibido en don". Tomando referencia de la Carta Apostólica: "Novo Millenio ineunte" del beato Juan Pablo II, el Papa recordó que "hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión" es realmente fundamental para la eficacia de todo compromiso en la evangelización: revela de hecho "el deseo profundo del Padre", o sea que "todos sus hijos vivan como hermanos", "la voluntad del corazón de Cristo", esto es que "todos sean una cosa asola", y el "dinamismo del Espíritu Santo, su fuerza de atracción libre y libertadora".

"Cultivar la espiritualidad de comunión contribuye además a hacernos más capaces de vivir el camino ecuménico y el diálogo interreligioso". En tal prospectiva, el deseo de Francisco fue que el encuentro de Castel Gandolfo. "sea ocasión propicia para crecer en el espíritu de la colegialidad y-concluyó- para obtener del amor recíproco de estímulo y de esperanza renovada".