Manila (AsiaNews/Agencias)- Aguas agitadas en el Mar Chino meridional- desde hace tiempo de una áspera contienda territorial- por un nuevo fronte de enfrentamiento que ve contrapuestos a Beijing y manila, esta última apoyada por los EEUU. Washington acusó a China de actitudes provocadoras, después que una embarcación de la Guardia costera trató de bloquear una nave filipina que se dirigía a una de las islas que forman el archipiélago de las Sprattly. Según el departamento de Estado Usa, el tentativo de bloque hecho por Beijing "es una acción provocadora y desestabilizante". Y, en cualidad de aliado de Filipinas, Washington invita a China a "abstenerse de nuevos gestos provocadores", permitiendo a las naves de manila "mantener su presencia" en el área.
A aumentar el frente se enfrentamiento, la decisión del gobierno filipino de presentar una instancia- depositada el 30 de marzo pasado- en el tribunal de las Naciones Unidas, en el cual ilustra los propios derechos y define "ilegal" e "irracional" la llamada "lengua de buey" usada por Beijing para señalar y marcar el territorio. La denuncia está dentro de un dossier de más de 4 mil páginas y con más de 40 mapas náuticas. Las autoridades de Manila se basan en las directivas trazadas por la Convención Onu (Unclos), según la cual China no puede superar las 200 millas de Zona económica exclusiva (Eez) e interferir en los propios derechos legítimos.
Sin embargo Beijing, si bien adhiere a la Carta, no entiende en este caso observar el contenido y usa los órganos de prensa oficial del País para aumentar el nivel de enfrentamiento. Al pedido de arbitraje Onu, presentada por Manila responde hoy con un editorial al vitriolo el People´s daily, voz del Partido comunista, que acusa a Filipinas de violar "la moral, las leyes y de dañar las relaciones" entre los estados. La denuncia, se lee, es "contraria al derecho internacional, a la verdad histórica y a la moral, además que a los principios de base de las relaciones internacionales".
El gobierno chino relanza el principio de las tratativas bilaterales para dirimir la cuestión y recuerda su propia posición de fuerza y de predominio en la región Asia.Pacífico. en los días pasados el portavoz del ministerio chino de Relaciones Extranjeras, ratificó la "soberanía indiscutible" de china sobre las islas contendidas /Sprattly o Nansha, según la denominación china) y sobre las aguas circunstantes.
A confirmar del creciente "imperialismo" de Beijing en las aguas del pacífico e, más en general, en tema de política internacional, es necesario recordar cuánto declarado en los días pasados por el Presidente Xi Jinping, en visita oficial en Francia para celebrar los 50 años de relaciones diplomáticas. El jefe de estado comparó a China con un "león despertado", una metáfora que-según los expertos- indica la voluntad de una política exterior más "agresiva".
En el Mar Chino oriental, China lucha de hace tiempo con Japón por la soberanía sobre las islas Sernkaku/ Diaoyu; con Filipinas lucha por las Scarborough Shoal. En el Mar Chino meridional Beijing se quiere arrogar la soberanía de las Sparttly y de las islas Paracel, objeto de reivindicación territorial de los gobiernos de Vietnam, Brunei, Filipinas, Malasia y Taiwan. La hegemonía reviste un carácter estratégico por el pasaje de los dos tercios de los comercios marítimos mundiales. Las islas, casi deshabitadas, son muy ricas en recursos- petróleo y gas natural- y materias primas. La controversia interesa a vario título también a India, Australia y EEUU, con intereses contrapuestos y alianzas entrecruzadas que hacen de la región Asia-Pacífico, uno de los puntos más clientes a nivel geo-político.