Mar Sako: en Pascua, el cuerpo destruido y resucitado de Cristo fuerza que empuja a Irak a una vida nueva
de Mar Louis Raphael I Sako
El Patriarca caldeo recuerda que "Jesús es el corazón" del acontecimiento pascual, el "centro de nuestra fe": su resurrección "hace surgir el sol sobre Irak y sobre la humanidad entera. Su Beatitud exhorta a los fieles a reunirse y rezar. Y lanza un pedido en vista de las próximas elecciones políticas, por un voto responsable que mire a los valores de la libertad, de la dignidad y de la justicia social.

Bagdad (AsiaNews)- Dejando de lado la "situación preocupante" que está atravesando Irak, la comunidad cristiana se prepara para vivir la celebración de la Semana Santa, los desafíos y las dificultades experimentadas por la minoría religiosa, hacen "viva" nuestra memoria y son fuente de una "renovada esperanza". Con estas palabras Mar Louis I Sako, Patriarca caldeo de Irak, saludará a los fieles en su mensaje de Pascua. AsiaNews recibe y publica el texto, en el cual Su Beatitud recuerda que "Jesús es el corazón de estos acontecimientos, su cuerpo destruido y luego resucitado es la fuerza que nos empuja hacia una vida nueva".

A continuación, el mensaje para Pascua del Patriarca caldeo:

Queridísimos hermanos y hermanas:

Nos encontramos una vez más en la Semana Santa, no obstante las preocupantes situaciones en las cuales estamos viviendo y los desafíos que enfrentan nuestros Hermanos y Hermanas de la diáspora; sin embargo, estos acontecimientos radicados profundamente en la historia de la salvación, hacen que esté viva nuestra memoria cristiana y nos dan una esperanza viva.

Jesús es el corazón de estos acontecimientos, su cuerpo destruido y luego resucitado es la fuerza que nos empuja hacia la vida nueva. Él es el "centro de nuestra fe", tanto en el significado como en las obras. También en los momentos obscuros, su resurrección hace surgir el sol sobre nosotros, pueblo de Irak y sobre la humanidad entera.

La fe es un encuentro nuevo, una alianza nueva, una nueva esperanza y nueva misión, que vivimos en modo radical "aquí y ahora", para convertirnos en santuario en el cual nuestro hermanos puedan descubrir con el corazón abierto, la presencia paterna de Dios, amor y liberador. Y para que puedan encontrar en nosotros la libertad y la dignidad humana.

Para que la fiesta de Pascua pueda alcanzar su significado pleno y totalizador y revelar plenamente su valor, tenemos que tratar de:

Les deseo a todos ustedes que estas festividades puedan poner la palabra fin a los sufrimientos de nuestro pueblo y que sea para todos una Pascua de resurrección y de vida nueva.