Islamabad (AsiaNews)- Una "patota" de 4 hombres de religión musulmana han violado a una niña cristiana de 7 años, de nombre Sara; la violencia se realizó ayer en el pueblo de Mally ki, en Daska, en el distrito de Sialkot (Punjab). La menor se encuentra ahora internada en el hospital de Sialjot, en el reparto de terapia intensiva, en condiciones que los médicos definen "críticas". Mientras tanto la policía en vez de arrestar a los culpables, ayudó al clan local a raptar al padre de la niña abusada; Iqbal Masih fue secuestrado y escondido en un lugar secreto para "obligar a la familia a no denunciar la violencia, llegar a un acuerdo con los criminales y evitar una controversia a fondo confesional".
En estas horas la comunidad cristiana trató en todos modos de hablar con las fuerzas del orden, sin lograrlo. Los agentes no parecen intencionados en intervenir para castigar el estupro y liberar a Masih, en manos de sus agresores que han abusado de su hija.
Activistas y organizaciones pro derechos humanos piden justicia y aseguran su apoyo a la familia. Como consecuencia de los repetidos pedidos y presiones, la magistratura abrió un fascículo y dispuso el arresto de dos personas involucradas en el estupro; sobre la suerte del padre, por el momento no hay substanciales novedades.
Según una reciente investigación, los casos de abusos y violencias sexuales- en particular en daño de jóvenes cristianas. Están en continuo aumento en la provincia de Punjab, en el silencio de la policía y de la autoridad judiciaria. El p. Arshad John, sacerdote comprometido en la tutela de los derechos de las minorías, condena la violencia sexual en una niña de solo 7 años y el secuestro del padre, "para hacer presión sobre la familia para que no exponga denuncia". El "silencio" de la sociedad civil, agrega, aumenta aún más la dramaticidad de la cuestión.
Con más de 180 millones de habitantes (de los cuales el 97% profesa el islam), Paquistán es la sexta nación más poblada del mundo y el segundo entre los Países musulmanes después de Indonesia. El 80% es musulmán suní, mientras que los shiítas son el 20% del total. Hay también indúes (1,85%), cristianos (1,6%) y sikh (0,04%). En los últimos años se registró una verdadera escalada de violencias contra los miembros de las minorías étnicas o religiosas, en particular contra los musulmanes shiítas y cristianos. Decenas de episodios, entre ataques mirados contra enteras comunidades- como sucedió en Gojra en 2009 o en la Joseph Colony de Lahore el año pasado- o abusos contra individuos (AsiaBibi, Rimsha Masih o el joven Robert Fanish Masih, que murió en la celda), a menudo realizados con el pretexto de la ley sobre la blasfemia.