China, un atentado concluye la visita de Xi Jinping en Xinjiang: 3 muertos y 79 heridos
Un grupo de asaltantes, según el gobierno de etnia uighura, hicieron explotar bombas y atacado con cuchillos a la población en las cercanías de la estación ferroviaria de Urumqi, capital provincial. El líder chino había recién partido después de una visita de 4 días: "Tenemos que combatir sin tregua contra el terrorismo"

Urumqi (AsiaNews)- Un violento atentado, definido por las autoridades "de clara matriz terrorista", conmovió ayer a la noche la capital del Xinjiang, provincia septentrional de China desde hace tiempo en las miras de las autoridades por la presencia de la etnia uighura, turcófona y de religión islámica. El presidente chino Xi Jinping había apenas concluido una visita a la región, la primera desde su elección como jefe de Estado.

Un grupo de asaltantes usó armas cortantes y explosivos en el interior de la estación ferroviaria de Urumqi: las víctimas ciertas son 3, mientras que los heridos (de los cuales algunos graves) son 79. Según el gobierno provincial "los asaltantes esperaron la llegad del tren de Chengdu, previsto para las 19,30 (hora local). A ese punto han usado cuchillos contra las personas que esperaban, haciendo detonar explosivos". La estación fue inmediatamente cerrada.

El presidente chino invitó a las autoridades locales a tomar "acciones decisivas contra los ataques terroristas en la provincia". La batalla contra la violencia y el terrorismo no permite ni siquiera un momento de descanso, y es necesario tomar decisiones para suprimir este fenómeno. Es esencial comprender profundamente el separatismo de Xinjiang".

La provincia es una de las más turbulentas de toda China: aquí vive la etnia uighura, compuesta por unos 9 millones de personas, turcófonas y de religión islámica, que siempre ha tratado de obtener la independencia de Beijing. El gobierno central, por su parte, envió a la zona centenares de miles de chinos de etnia han para tratar que sean la etnia dominante. Además impone serias restricciones a la libertad religiosa, a la práctica musulmana, a la enseñanza de la lengua y de la cultura local.

Desde 2009 se puso en acto un régimen de control, por parte de la policía y del ejército chino, impuesto por Beijing luego de  los enfrentamientos en los cuales 200 personas perdieron la vida. A continuación de estas violencias, fueron infligidas centenares de condenas o detenciones y también decenas de condenas a muerte. Las autoridades chinas consideran que los responsables de los actos violentos son extremistas musulmanes, pero los exilados sostienen que Beijing "exagera" la amenaza del terrorismo islámico para justificar la represión contra la población uighura.

Sin embargo, en los últimos meses, se intensificaron los ataques violentos que Beijing responsabiliza a los uighuros. El pasado 1 de marzo, hubo un ataque contra una estación ferroviaria de Kunming, realizado por hombres armados de cuchillos que provocó la muerte de 29 personas y más de 150 heridos; el 28 de octubre de 2013, la explosion de un automovíl en la plaza Tiananmen  causó también 3 víctimas. Según el gobierno, detrás de estos ataques está la etnia.