Acuerdo para el fin del asedio en Homs. El hambre, un nuevo instrumento de guerra
Después de casi 2 años de asedio, los rebeldes podrán dejar la ciudad, llevando ayuda y curaciones para los civiles y heridos. El "intercambio" con las ayudas en dos pueblos chiítas pro-régimen. La Onu acusa a "las partes en lucha" de no ayudar a la apertura de canales humanitarios. Necesarios "ayudas masivas" para los refugiados internos y para los prófugos en la región y en los Países de acogida.

Damasco (AsiaNews)-  Se llegó a un acuerdo entre el régimen y los rebeldes que desde hace 2 años ocupan la zona central de la ciudad, asediados por las tropas de Damasco. Tal "acuerdo" prevé el fin del asedio y la puesta en salvo de rebeldes, civiles y heridos, en total unas 2250 personas. Los rebeldes podrán salir con sus familias y sus armas personales y transferirse al norte del País, en zonas controladas por la oposición.

En cambio ellos deberían liberar a 70 prisioneros libaneses e iraníes, tenidos como rehenes por los rebeldes en Aleppo y permitir la ayuda humanitaria a 2 pueblos chiítas pro-régimen, en las cercanías de Aleppo. Antes de dejar la ciudad asediada, los rebeldes deben entregar los mapas con las indicaciones de las minas colocadas en el terreno.

El acuerdo de por sí muy frágil, también porque ninguna de las partes confía en la otra. En todo caso- si se efectuará como previsto- esto llevará a la liberación de la ciudad de los rebeldes y pondrá fin al asedio de Homs, la ciudad que en estos dos años ha visto a gente morir de hambre y sed, como también  la muerte del jesuita p. Frans Van der Lugt. En la guerra civil siria, que dura de más de 3 años, el hambre se convirtió en un nuevo instrumento para decretar victorias o derrotas. En muchas zonas sitiadas, los rebeldes son criticados por la población justo porque ellos no logran garantizar la comida.

En los (fallidos) diálogos de Ginebra, el pasado febrero, se decidió una apertura de canales humanitarios para ayudar con comida y remedios a las personas en la zona de conflicto o sitiadas. Pero desde entonces poco o nada se ha hecho. Según la Onu, sólo 242 mil personas bajo asedio han podido recibir ayuda. El régimen trata de frenar en todos los modos la distribución de ayudas en las zonas controladas por los rebeldes. Según fuentes ligadas a organizaciones no gubernamentales, al menos 100 personas murieron en el campo palestino de Yarmouk, en el sur de damasco, a causa de falta de comida y remedios.

El Concejo de Seguridad de la Onu, había pedido a las partes que se permitiese un acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos a las agencias humanitarias Onu y a sus aliados. Pero, como Damasco, también los rebeldes frenaron las ayudas en las zonas controladas por el gobierno. El secretario general de la Onu, Ban Ki.moon declaró hace algunos días que "ninguna de las partes en conflicto ha respetado las exigencias del Concejo de Seguridad... Y las personas mueren cada día".