Islamabad (AsiaNews)- Activistas cristianos y musulmanes, políticos y miembros de la sociedad civil paquistaní observan un viernes de luto y oración para honrar la memoria de Rashid Rehman, abogado anti blasfemia, asesinado por un comando extremista la noche del 7 de mayo pasado.. Coordinador de la Comisión para los derechos humanos en Paquistán (Hrcp), él era una figura de punta del activismo y de la lucha por la libertad en el País asiático; desde ya hace tiempo en la mira del fundamentalismo islámico, fue asesinado dentro de su oficina en Multan, ciudad de la provincia del Punjab. Varias veces denunció en el pasado a la magistratura y a las instituciones las amenazas recibidas de parte de las granjas islamistas, pero las fuerzas de policía jamás se han ocupado en concreto de su seguridad.
El fascículo de investigación relacionado con el asesinato de Rashid Rehman, durante el cual fueron heridas 2 personas, no menciona amenazas y ataques recibidos en el pasado por grupos extremistas, prohibidos por el gobierno.
Activistas y sociedad civil piden el arresto de los culpables; el Orden de los abogados de Multan ya anunció la intención de boicotear las audiencias en aula por protesta. El de Rehman no es ciertamente el primer caso de homicidio contra un legal (de un juez, de un activista) en Paquistán, en particular entre cuantos luchan para defender a las víctimas de las leyes contra la blasfemia, acusadas injustamente. Y nadie fue jamás detenido o condenado por sus propias acciones.
Exponentes de la Iglesia católica en Lahore han condenado el asesinato y se unen a las asociaciones activistas en la jornada de luto y oración. El p. Anwar John, de los misioneros Oblatos de maría Inmaculada, subraya que "la violencia de fondo confesional reclamó otra víctima". El sacerdote agrega que Rashid Rehman era una persona "llena de coraje", que se jugó en primera persona "para defender gente acusada en modo injusto". Incidentes de este tipo "están destinados a aumentar", después de los homicidios excelentes del pasado que han sido objetivos están el gobernador del Punjab, Salman Taseer y el ministro católico para las Minorías Shahbaz Bhatti.
Mualana Tahir Ashrafi, líder musulmán y presidente del Concejo de los Ulemas, condena también él el homicidio. "Su única culpa- afirma- es la de haber defendido a una persona acusada de blasfemia, pero es tarea de los jueces establecer si alguno es culpable o menos, nadie tiene derecho de acusar a otro como criminal". Él habla de "acto bárbaro", y quiere enviar "un mensaje claro a cuántos piensan defender los bastiones de la religión... no lograrán instalar el miedo en el corazón de los hombres de coraje que se baten en defensa de los inocentes".