Colombo (AsiaNews) - El 18 de mayo, el gobierno de Sri Lanka ha decidido celebrar el "Día de la Victoria" en Matara (Provincia del Sur), en memoria de la derrota de los rebeldes tamiles a manos del ejército. El mismo día, sin embargo, será prohibido para las comunidades que viven en el norte del país organizar cualquier tipo de celebración, para evitar que "los partidos políticos y los grupos separatistas puedan glorificar a los rebeldes". El Consejo Nacional de Paz, ha criticado la decisión del gobierno, llamando en cambio a "una conmemoración religiosa a escala nacional en la memoria de todos aquellos que perdieron sus vidas durante la guerra".
El 18 de mayo de 2009, el fundador y líder de los Liberation Tigers of
Tamil Eelam (Ltte, los rebeldes Tigres Tamiles) fue asesinado por una unidad
especial de las fuerzas armadas. Su muerte marcó el final inmediato de treinta
años de conflicto étnico. Quienes pagaron el precio más alto fueron las
comunidades civiles tamiles en el noreste del país, que todavía se quejan de
discriminación por parte de las autoridades y la ausencia de un verdadero
proceso de reconciliación.
En preparación para el día de la victoria, el gobierno ha ordenado el cierre de
más de 40 escuelas en el Matara durante más de una semana, con el fin de
organizar mejor las celebraciones. Mientras tanto, del 16 a 20 mayo también se
cerrará la Universidad de Jaffna, en el norte, "para evitar que los
estudiantes organicen conmemoraciones".
El Consejo Nacional de Paz, dijo que
estaba "entristecido por el continuo énfasis en las divisiones que existen
en la sociedad de Sri Lanka, en lugar de hacer hincapié en los factores que
podrían unir de una manera genuina. Todos en Sri Lanka ha pasado por 30 años de
guerra, que ha producido víctimas civiles debido en gran escala de ejecuciones,
ataques y atentados. Todos debemos recordar a los muertos con la esperanza de
que un baño de sangre nunca vuelva a suceder".