Tripoli y Bengasi, la lucha entre un general rebelde, el gobierno y las milicias llevan al caos
Ayer fue atacado el Parlamento de Tripoli. Pero el gobierno dice que tiene la situación bajo control. De hace días hay enfrentamientos en Bengasi, Khalifa Haftar, ex general, antes amigo, luego enemigo de Gheddafi afirma que quiere limpiar el País de las milicias islámicas y rehacer un nuevo gobierno. La producción del crudo en los mínimos históricos.

Tripoli (AsiaNews/Agencias)- Representantes del gobierno líbico afirman hoy que tienen en mano el control del país, no obstante los repetidos ataques de las milicias en Bengasi y al Parlamento de Tripoli.

De un "lugar seguro", Nuri Abu Sahmain, presidente del Parlamento, afirma que la asamblea todavía funciona. Pero...

El jefe de la policía, Mukhtar Fernana, afirmó ayer a la noche que el Parlamento está suspendido y que será substituido por un grupo de 60 personas.

Fernana es vocero de Khlifa Haftar, un ex general del ejército líbico, cuyas milicias han ocupado ayer el Parlamento. Acusado de querer realizar un golpe de Estado, él reivindica para sí el deber de limpiar el país de las milicias islamistas que han "tomado como rehén al gobierno"

 Hace tres días las tropas de Haftar han atacado a los militantes islamistas en Bengasi. También esta mañana estos han atacado en la zona oriental de País a una base aérea. 

Desde el final de la dictadura de Gheddafi, Libia se encuentra en un caos político y el mismo Parlamento está dividido en grupos que responden a milicias diversas de ex rebeldes, islamistas y no.

No está claro cuánto apoyo tenga en el ejército y entre los grupos armados. Él participó en la revolución de 2011 contra Gheddafi. Era un general del ejército en tiempos del reino líbico. En 1969 tomó parte en el golpe de Estado que llevó el poder a Gheddafi, pero perdió su amistad con el coronel después de la desastrosa guerra contra el Chad. Fue salvado por los EEUU que le ofrecieron asilo político. Desde Usa él comenzó a trabajar para la caída de Gheddafi. En el año 2011, al inicio de las revueltas contra el coronel, volvió a Bengasi. Con el nuevo curso intentó ser el jefe del ejército, pero el nuevo gobierno no confió jamás en él, pues lo consideraba muy ambicioso. En febrero pasado había publicado un video en el cual anunciaba "una iniciativa" para suspender el gobierno "ad interim" y el Parlamento, reos de haber posticipado las elecciones que se debían haber realizado en febrero.

Además del caos político, Libia registra también la difícil situación económica. Si bien tiene la más vasta reserva de crudo en África, el mes pasado la producción de petróleo descendió a 215 mil barriles al día, el 13% de su capacidad.