Bangkok (AsiaNews/Agencias)- Para frenar una crisis política que de hace meses tiene en dificultad a la política thai, el ejército impuso la ley marcial con el objetivo de "preservar la ley y el orden público". El anuncio, llegado de sorpresa, garantiza además amplios poderes y márgenes de acción a los militares, para poder garantizar la aplicación de las disposiciones. Altos oficiales aclaran que la asunción de responsabilidad está finalizada a la seguridad nacional, negando fuertemente que se trate de un golpe de Estado, como sucedió y en muchos casos en el pasado. La imposición de la ley marcial es quizás el punto de no volver de una crisis político-institucional y de una escalada de tensión entre el gobierno salido vencedor en las urnas-guiado por la ya conocida ex primer ministro Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin- hoy dimisionaria y reemplazado por un ejecutivo interino, y los manifestantes anti-gubernamentales (las Camisas Amarillas) fieles a la monarquía y cercanos a a las elites económico-financieras de la capital. Las protestas han causado hasta ahora al menos 28 muertos y centenares de heridos.
El consejero para la seguridad del Primer Ministro refiere que el gobierno no fue consultado en mérito sobre la decisión del ejército. Paradorn Pattanabut subraya que no hay nada de anormal. Porque de hecho los militares son los responsables últimos "de todas las cuestiones inherentes a la seguridad nacional". De parte del ejército hacen conocer que la elección de imponer la ley marcial no tendrá ningún impacto sobre el gobierno interino en cargo, que beberá conducir al País hasta las próximas elecciones y continuará a permanecer en el cargo.
Analistas y expertos de política thai refieren que la imposición de la ley marcial fue causada por el hecho de querer detener a "grupos de malintencionados por el uso de armas de guerra", también si no niegan una cierta sorpresa por los tiempos utilizados. Los militares patrullarán las calles, áreas sensibles, edificios del gobierno y lugares de encuentro, como las plazas utilizadas en el pasado por las "Camisas Rojas"- los manifestantes pro-Thaksin- durante las manifestaciones contra el gobierno democrático con al poder de Abhisit Vejjajiva en el año 2010.
Mientras tanto el ejército aplicó una fuerte censura a los principales medios nacionales, suspendiendo las transmisiones de diversos canales televisivos. Una decisión dictada por el hecho de querer dar al pueblo "informaciones correctas y no distorsionadas" que puedan de ese modo "agudizar el conflicto". Entre los canales obscurecidos, 3 emitentes cercanas al gobierno de las "camisas Rojas" y el primer canal satelital televisivo de los manifestantes anti gubernamentales (Blue Sky TV).
Mientras tanto no se hacen esperar las reacciones en la Bolsa, con los índices que registran el dato más negativo de las últimas 2 semanas. La moneda local, el baht, recuperó después de una decisiva caída pero detrás de la inversión de tendencia que parece esté en manos del banco central. El SET Index registra un signo menos del 0,9%. Por el resto ya en las pasadas semanas analistas y expertos de economía habían lanzado la alarma, haciendo notar que un vacío de poder habría hundido la economía de una de las naciones más florecientes del parea y modelo de democracia y desarrollo para el continente asiático.
La crisis político-institucional en la segunda más importante economía asiática precipitó en diciembre pasado, cuando la Primer ministro Shinawatra- acusada por sus detractores de ser un "títere" en manos de su hermano Thaksin, multimillonario exilado para escapar a una condena de 2 años de reclusión por corrupción- disolvió el Parlamento y llamó a elecciones anticipadas. En los primeros días de mayo un tribunal ordenó la remoción de la Primer ministro y de 9 ministros por abuso de poder, la Shinawatra además es investigada por el esquema de subsidios para la producción de arroz deseado por el gobierno, que habría causado un agujero de billones de dólares en el balance del estado. Los opositores piden reformas políticas, nuevas elecciones y el fin del régimen de los Thaksin", los cuales por otro lado han ganado las elecciones políticas desde el 2001 hasta hoy, pudiendo contar con un vasto apoyo popular en el norte y en el nod-este.