Papa: el desempleo y la migración exigen que crezca la solidaridad y la cooperación
En un mensaje a la Organización Internacional del Trabajo Francisco pide "unir fuerzas y trabajar juntos para liberar a las víctimas" de la trata de seres humanos. Planificar "un desarrollo centrado en el ser humano como protagonista central y el beneficiario principal".

Ciudad del Vaticano (Asianews) - En un momento en que, a causa de la crisis económica, "el desempleo está aumentando trágicamente las fronteras de la pobreza", y un gran número de personas se ven obligadas a emigrar, exponiéndose a los riesgos de la trata de seres humanos "es el momento de fortalecer las formas existentes de cooperación y establecer nuevas formas de aumentar la solidaridad". El Papa lo escribe en el mensaje enviado al Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, con motivo de la apertura de trabajos de la 103 ª reunión de la Conferencia, que vuelve a poner de relieve la necesidad de respetar la dignidad de la persona.

"Al principio de la creación - escribe el Papa Francisco - Dios creó al hombre guardián de su obra, encargándole cultivarla y protegerla. El trabajo humano es parte de la creación y continúa la obra creadora de Dios. Esta verdad nos lleva a considerar el trabajo más como un regalo que un deber. El trabajo no es, por lo tanto, sólo una mercancía, sino que tiene su propia dignidad y valor. La Santa Sede expresa su reconocimiento a la contribución de la OIT a la defensa de la dignidad del trabajo humano en el contexto del desarrollo social y económico a través de la discusión y la cooperación entre gobiernos, trabajadores y empleadores. Tales esfuerzos están al servicio del bien común de la familia humana y promueven la dignidad de los trabajadores en todas partes".

"Esta Conferencia se celebra en un momento crucial en la historia económica y social, que presenta desafíos para el mundo entero. El desempleo está aumentando trágicamente las fronteras de la pobreza (cf. Discurso a la Fundación Centesimus Annus Pro Pontífice, 25 de mayo de 2013). Esto es particularmente desalentador para los jóvenes desempleados, que puede muy fácilmente convertirse en desmoralizados, perdiendo la conciencia de su valor y sintiéndose alienados de la sociedad. Al comprometernos a aumentar las oportunidades de empleo, afirmamos la convicción de que sólo "en el trabajo libre, creativo, participativo e incluyente, el "ser humano expresa y realza la dignidad de sus vidas" (Evangelii Gaudium, 192)".

"Otro problema grave relacionado con el anterior, que nuestro mundo debe enfrentar es el de la migración en masa: el número ya considerable de hombres y mujeres que se ven obligados a buscar trabajo lejos de su patria es motivo de preocupación a pesar de su esperanza de un futuro mejor, que con frecuencia se encuentran con la incomprensión y la exclusión para no hablar de cuando hace a la experiencia de tragedias y desastres. Habiendo afrontado estos sacrificios, estos hombres y mujeres son a menudo incapaces de encontrar un trabajo decente y son víctimas de una cierta "globalización de la indiferencia". Su situación los expone a peligros adicionales, como el horror de la trata de personas, el trabajo forzoso y la esclavitud. Es inaceptable que, en nuestro mundo, el trabajo realizado por los esclavos se convirtió en la moneda común (cf. Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, 24 de septiembre de 2013). ¡Esto no puede continuar! La trata de seres humanos es un flagelo, un crimen contra la humanidad. Es hora de unir fuerzas y trabajar juntos para liberar a las víctimas de dicha trata y erradicar este crimen que nos afecta a todos, desde los hogares a toda la comunidad mundial ( cf. Discurso a los nuevos embajadores ante la Santa Sede, 12 de diciembre 2013 )".

"También es el momento de fortalecer las formas existentes de cooperación y establecer nuevas formas de aumentar la solidaridad Esto requiere: un renovado compromiso con la dignidad de cada persona, una más decidida aplicación de las normas internacionales del trabajo, la planificación de una de desarrollo centrado en la persona humana es el protagonista central y el beneficiario principal de una nueva evaluación de las responsabilidades de las empresas multinacionales en los países en que operan, incluyendo las áreas de gestión de la ganancia y la inversión, y un esfuerzo coordinado para alentar a los gobiernos a facilitar los viajes de los migrantes para el beneficio de todos, eliminando así el tráfico de seres humanos y las condiciones de viaje peligrosas. Una cooperación efectiva en estos campos será facilitada en gran medida por la definición de los futuros objetivos de desarrollo sostenible. Como recientemente expresé al Secretario general y Jefes Ejecutivos de las Naciones Unidas: "Por tanto, los futuros objetivos de desarrollo sostenible deben ser formulados y aplicados con generosidad y valentía, para que puedan llegar a afectar realmente las causas estructurales de la pobreza y el hambre, logrando resultados más sustanciales en la protección del medio ambiente, para garantizar un trabajo decente para todos y para asegurar suficiente protección a la familia, un elemento esencial de todo desarrollo humano y social sostenible".

El mensaje concluye afirmando que "la doctrina social de la Iglesia Católica apoya las iniciativas de la OIT, que estén destinadas a promover la dignidad de la persona humana y la dignidad del trabajo. Los alentamos en sus esfuerzos para hacer frente a los desafíos del mundo de hoy, permaneciendo fieles a estos nobles objetivos".