Los budistas birmanos contra la compañía telefónica en Qatar: "Boicot a los musulmanes"
En la mira de los nacionalistas la empresa de telefonía móvil Ooredoo. Un moje confirma la campaña pública de boicot y exhorta al Gobierno a "pensar dos veces" antes de "aceptar la realidad musulmana para los negocios". Un nuevo frente de batalla después de la violencia Budista / Rohingya en el Estado de Rakhine y el referéndum sobre la ley que regirá las conversiones.

Yangon (AsiaNews / Agencias) - Un movimiento nacionalista birmano liderada por un grupo de monjes budistas, tiene la intención de lanzar una campaña de boicot contra la Ooredoo, un operador de telefonía móvil. Detrás de la iniciativa el hecho que la compañía tiene su sede en Qatar, un país del Golfo Pérsico abrumadoramente musulmán sunita. Entrevistado por el periódico The Irrawaddy, el monje U Parmaukha confirma que pronto se iniciará una campaña pública en Yangon, que tiene como objetivo disuadir a los ciudadanos a comprar la tarjeta SIM de Ooredoo, o incluso sólo responder a las llamadas de la compañía árabe.

Desde hace un tiempo en Myanmar se registran fuertes contrastes entre la mayoría budista y la minoría musulmana, especialmente en el Estado occidental de Rakhine, donde ha habido una verdadera persecución de los Rohingya. Desde junio de 2012, la zona fue escenario de violentos enfrentamientos que han dejado al menos 200 muertos y 250 mil personas desplazadas. Según estimaciones de la ONU todavía hay 800.000 en Myanmar, pertenecientes a la minoría musulmana, que el gobierno considera inmigrantes ilegales y por lo tanto están sujetas a los abusos y la persecución.

El choque entre los budistas y los musulmanes de Arakan Rohingya se une a la Decisión (en los últimos días) del gobierno birmano, que está intentando someter a un referéndum popular el controvertido proyecto de ley sobre la conversión religiosa antes de la transición al aula en la Cámara. El texto - considerado discriminatorio por parte de la Iglesia Católica y la sociedad civil - fue presentado por una formación de monjes extremistas budistas,, que lucha por la protección de la "raza, religión y creencias", y prevé fuertes límites en las conversiones y la libertad religiosa.

Las divisiones étnicas y confesionales arriesgan ahora un impacto en la esfera económica, con campañas dirigidas a boicotear las empresas y productos extranjeros, especialmente los procedentes de países de mayoría musulmana. U Parmaukha, del monasterio de Magwe Kyaung Tike en Yangon, informa que un grupo de jóvenes nacionalistas distribuirá hojas y cds que piden un boicot a la compañía de Qatar.

"La campaña está diseñada para proteger la integridad de la nación birmana y la religión - dice el monje - porque dudamos de que vayamos a ser libres para hablar por teléfono, si el operador proviene de una nación islámica". Añade que el monasterio durante el fin de semana será el anfitrión de una conferencia, dirigida a apoyar la campaña de boicot a la compañía de Qatar, mientras que iniciativas similares pronto se extenderán a otras áreas de Myanmar. "El Gobierno - advierte - debe pensar dos veces antes de conceder la libertad de circulación y de negocios a la empresa islamica".

El Ooredoo es una de las dos empresas extranjeras autorizadas para vender productos relacionados con la telefonía móvil en la antigua Birmania, uno de los pocos países del mundo donde - hasta hace unos años, con la junta militar en el poder - los teléfonos eran objetos misteriosos y la red casi ausente. El objetivo es garantizar una cobertura del 30 % del país entre finales de julio y principios de septiembre.