Bkerké (AsiaNews)- "Inadmisible y peligroso": así define el Sínodo de los obispos maronitas que se concluyó anoche al vacío presidencial que se creó después del 25 de mayo, con la conclusión del mandato de Michel Suleiman. Desde entonces el parlamento libanés se reunió 7 veces y siempre faltó el cuórum para votar a un candidato. Quien boicotea es fundamentalmente el grupo 8 de Marzo (Hezbollah y el partido de Michel Aoun), que querría como presidente al propio ambicioso ex general.
El Sínodo anual, que reunió a los obispos maronitas de todo el mundo, se desarrolló en dos fases: 11-14 de junio con un retiro espiritual; 16-19 de junio con una serie de trabajos y discusiones.
"Es inadmisible y peligroso para la patria - dice el comunicado oficial- que los diputados se abstengan de cumplir el propio deber electoral yendo al parlamento como impone la conciencia nacional de ellos y el mandato que a ellos fue consignado por la población".
En el documento se nota la fuerte preocupación por la situación medio-oriental: "Las transformaciones regionales que se agravan podrían cambiar la carta geográfica del Medio Oriente y exponer a algunos de estos Estados a quiebras, cuyas consecuencias el Líbano no podría evitar".
Los obispos expresan un total acuerdo con la posición del patriarca Beshara Rai, que exhortó a los diputados libaneses a que encuentren un candidato para la presidencia, pidiendo a los dos cristianos que se disputan el título (Aoun y Samir Geagea) de hacerse a un lado y dejar el lugar a un nombre que reconcilie a todos los grupos.
Refiriéndose luego a Siria e Irak, los obispos exhortan a que "todo el Oriente pueda romper las espiral de violencia...tratando de regular sus propios conflictos por vía pacífica y teniendo como objetivo una reconciliación global"
Ellos denuncian todas las violaciones de las cuales fueron víctimas musulmanes y cristianos y reclaman la liberación de los dos hermanos obispos ortodoxos, raptados de hace más de un año, mons. Boulos Yazigi y Youhanna Ibrahim.
El Sínodo se expresó en modo positivo sobre la reciente visita pastoral de Beshara Rai a Tierra Santa, que "dio nuevas esperanzas" a los libaneses (cristianos y musulmanes) escapados a Israel. Los obispos esperan que se pueda encontrar una solución de "reconciliación" y permitir el retorno de los libaneses obligado al éxodo durante la guerra.
La visita de Rai a Israel suscitó muchas críticas sobre todo entre los hezbollah porque fue vista como un "peligroso precedente" que podría favorecer al Estado de Israel, con el cual el Líbano está formalmente en guerra.
Hezbollah y muchos residentes en el Sur de Líbano consideran a los fugitivos a Israel como "traidores", porque sospechados de colaboracionismo en los 22 años de ocupación de la región. El patriarca los ha visitado y los defendió diciendo que muchos de ellos fueron obligados a escapar a causa de la guerra que ellos no habían decidido.