Yakarta, alarma terrorismo: nuestros ciudadanos para la jihad en Siria e Irak
Siempre más habitantes de Indonesia, malasia y Australia van a Medio Oriente para combatir la "guerra santa". El temor de los gobiernos es que puedan volver a dar vida a nuevas células extremistas internas, listas para atacar. En Kuala Lumpur decenas de arrestos, Canberra preparada para retirar pasaportes y revocar ciudadanías.

Yakarta (AsiaNews)- La jihad lanzada por las milicias suníes en Siria e Irak, para la creación de un califato islámico en Medio Oriente, arriesga de dar un nuevo impulso al terrorismo interno en algunas naciones de Asia- Indonesia y Malasia, entre todas- y en Australia. Algunos analistas indonesios temen que los combatientes que vuelvan de Siria e Irak, puedan realizar ataques en la patria, poniendo en peligro la guerra de diez años del gobierno de Yakarta al terror. El apoyo a movimientos como el Estado islámico de Irak y del Levante (Isis) está en continuo crecimiento, con decenas de extremistas indonesios que-recientemente- se unieron a la lucha armada. Por el resto la mayoría de los ciudadanos es de religión musulmana suní, mientras que los chií son una pequeña minoría con la cual se registran crecientes tensiones.

Los conflictos en Siria e Irak son terreno fértil para los fanáticos de Indonesia, nación musulmana más poblada en el mundo, constituye un potencial lugar de reclutamiento. Analizando las recientes manifestaciones de plaza, los mensajes en las redes sociales y en los sermones de los imanes radicales, la unidad anti-terrorismo de Yakarta advierte que el apoyo para los milicianos suníes está en continuo crecimiento. Hasta ahora al menos 60 indonesios han viajado hacia Medio Oriente, para unirse a la jihad, pero los datos reales podrían ser superior a 100.

En Indonesia no hay leyes que prohíban unirse a grupos islámicos y a movimientos extremistas que han iniciado campañas de reclutamiento, como el Isis. Es un fenómeno análogo se registra también en Malasia, con el gobierno de Kuala Lumpur comprometido en tronchar en su nacimiento el enrolamiento para las milicias combatientes. Las autoridades han arrestado a decenas de personas en abril, que querían abandonar el País para unirse a las milicias en Siria.

La guerra por la conquista de Siria dio un nuevo impulso y vigor a la guerra santa, que según una visión extrema de la religión musulmana representa la "célula embrionaria del califato islámico", objetivo último de los combatientes. El alerta terrorismo tiene que ver también con Australia, que mira con preocupación al posible retorno los ciudadanos de Siria e Irak; e Ministerio de Exteriores de Canberra, bajo indicaciones del servicio de inteligencia, anuló un cierto número de pasaportes. En el reciente pasado al menos 150 australianos se unieron a las milicias islámicas radicales en Medio Oriente y el número podrá aumentar en el próximo futuro; por esto el gobierno evalúa la hipótesis de revocación de la ciudadanía y un control activo hacia cuantos sospechosos de ligámenes con el movimiento jihaidista.

Indonesia, Malasia y Australia son los últimos Países en representar un -potencial- lugar de reclutamiento para los grupos jihaidistas. En un análisis del 2012, el periódico alemán Die Welt mostraba a centenares de ciudadanos europeos de religión islámica- de Francia, Alemania y Gran Bretaña, en particular- estaban listos para responder a la llamada a la jihad, enrolándose en las milicias islamistas de al-Nousra y en otros movimientos armados. Como confirmación la tesis han diversos filmados o fotografías difundidos en las redes sociales, donde se ven a hombres armados posando con carteles que se refieren a su proveniencia europea. Y en el último año el fenómeno migratorio involucró naciones de Asia central (Kazakistán), junto a Túnez, Egipto, Libia y Países del Golfo.