Violencias confesionales, las autoridades birmanas imponen el toque de queda
El balance provisorio es de 2 muertos y más de 14 heridos. Temores de un aumento de violencia entre musulmanes y budistas. Activistas y miembros de la Ndl acusan a la policía y a la guardia de seguridad, incapaces de controlar la tensión. Aung San Suu Kyi pide el respeto por la ley e invita a no apostar en red material que "fomenta la instabilidad".

 Mandalay (AsiaNews)- Las autoridades birmanas han impuesto el toque de queda en Mandalay, la segunda ciudad más importante de Myanmar, luego de las violencias de los últimos días entre la mayoría budista y la minoría musulmana que han causado al menos 2 muertos y 14 heridos. El temor de nuevas violencias confesionales es elevado, en una nación que en los últimos años ha vivido momentos de tensión y de rupturas profundas entre miembros de las dos religiones, en particular en el Estado occidental de Rakhine. La primera persona que murió es un hombre de religión musulmana, víctima de un asalto, en las primeras luces del alba de ayer mientras se dirigía a la mezquita. Un grupo de personas lo atacó y los dejó en el suelo agonizando. La segunda sería un budista, pero no hay otros detalles y la policía a distancia de 24 horas está tratando de aclarar la identidad y la dinámica.  

En el tentativo de frenar este espiral de violencia, las autoridades birmanas han impuesto el toque de queda de las 9 de la noche hasta las 5 de la mañana; la tv y la radio oficial de Estado han anunciado la disposición a cada rato en la tarde de ayer. Miembros de la Liga nacional por la democracia (Ndl) y otros activistas acusan a la policía y a los responsables de la seguridad, incapaces de frenar las tensiones y los responsabilizan por futuros enfrentamientos.

El ministro jefe de la región de Mandalay, Ye Mynt anuncia el arresto de 4 personas; pero no quiso aclarar la religión de pertenencia de las personas arrestadas, por temor a otros enfrentamientos. Anuncia además nuevas acciones legales contra cuántos han provocado violencia.

En una entrevista a Radio Free Asia (Rfa) la líder de la oposición Aung San Suu Kyi, subraya que las violencias en Mandalay podrían aumentar, si las autoridades no temarán medidas urgentes: "Si la autoridades no garantizarán el Estado de derecho- explica la "Señora"- la violencia está destinada a aumentar". Y agrega también que las noticias enviadas en las redes sociales no han hecho otra cosa que aumentar la instabilidad.

Myanmar, nación de mayoría budista, desde el 2012 es teatro de una larga serie de violencias de naturaleza confesional que han causado hasta ahora más de 280 muertos y al menos 140 mil evacuados; la mayor parte de las víctimas son musulmanes Rohinya, en el Estado occidental de Rakhine, epicentro del enfrentamiento entre las dos religiones. En el año 2011 la ex Birmania archivó decenios de dictadura militar con el nacimiento de un gobierno semi-civil, por otro lado apoyado por los vértices militares del ejército; sin embargo el proceso de transición es un modelo más democrático pero minado por las violencias confesionales. Los musulmanes son el 45 sobre un total de 60 millones de habitantes.