Moscú (AsiaNews)- Después de la anexión de Crimea en marzo y el conflicto entre ejército ucraniano y separatistas del este, "prever cómo se desarrollarán este año las celebraciones por el aniversario del bautismo de la Rus´(28 de julio) es muy difícil". Así escribe el periódico ruso Nezavisimaya Gazeta, recordando que una de las incógnitas mayores se relaciona con la posible visita del Patriarca ortodoxo de Moscú Kirill a Kiev, sobre la cual ya empezaron las polémicas.
La recurrencia que celebra la conversión al cristianismo de la Rus´-cuna medioeval de los Estados modernos de Rusia, Bielorusia y Ucrania- fue en los últimos años siempre un evento no sólo religiosos, sino también político. Para las celebraciones del 1025* aniversario, en el año 2013, junto a Kirill en Ucrania fue también el presidente ruso Vladimir Putin, que en aquella ocasión trató de convencer a al entonces homólogo ucraniano, Viktor Yanukovich, a frenar el proceso de integración europea.
En junio pasado, Vladimir Yushevich, el director del departamento para los Asuntos religiosos ucraniano de la Cultura, había definido "desagradable", "provocativa" y "de naturaleza política" una visita del primado de los ortodoxos rusos, apelándose a Kiev para que hiciera "de todo" para impedirla. Poco antes, habían circulado voces sobre la posible llegada de Kirill tras un a invitación del santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa ucraniana ligada al Patriarcado de Moscú.
Justamente esta última negó la existencia de una invitación al primado ruso, calificándola como una "deliberada provocación" de la Iglesia ortodoxa ucraniana-Patriarcado de Kiev, la otra realidad ortodoxa ucraniana pero que no tiene reconocimiento canónico. En el comunicado de prensa, citado por Interfax, están también las condenas a Yushevich y a sus declaraciones "basadas en informaciones no verificadas y abiertamente provocativas".