Tokio (AsiaNews/Agencias)- El departamento meteorológico japonés declaró el estado de emergencia máximo y al menos medio millón de personas han sido evacuadas, encontrando refugio en los centros de emergencia, por el inminente paso del tifón Neoguri en las islas meridionales de Okinawa. Cerradas las escuelas y los aeropuertos de la zona, con las previsiones que hablan de vientos fuertes y lluvias torrenciales. El estado de máxima alerta implica el peligro de vida para las personas y las autoridades han predispuesto medidas excepcionales para enfrentar la situación. Alto es el peligro de inundaciones, derrumbes y daños, con ráfagas que podrían superar los 250 km horarios.
En tarde de ayer la Agencia meteorológica japonesa declaró alarma máxima para la más importante de las islas que componen la prefectura de Okinawa, en la cual viven más de 1,2 millones de personas, junto con las islitas de Miyako. Están previstas olas altas hasta 14 metros.
Según las previsiones podría ser una de las tempestades más fuerte que azote a Japón en los últimos años. "Es alto el riesgo de vientos con una fuerza sin precedentes-confirma el vocero de la agencia meteorológica Satoshi Edibhara- y de lluvias torrenciales". Y lanza un pedido a la población, para que evite cualquier "actividad al aire libre si no es estrictamente necesaria"
El super -tifón Neoguri, llega a menos de un año del tifón haiyan, que mató a más de 7.300 personas en las Filipinas centrales en noviembre pasado. "La situación es anómala-agrega Satoshi Adibhara- el peligro es inminente". En algunas islas interesadas por el paso del tifón entre las cuales Kyushu, la tercera en grandeza del archipiélago japonés, donde hay centrales nucleares y por precaución, las autoridades han predispuesto apagar los establecimientos.
Neoguri es el octavo tifón que atraviesa la región en esta estación, pero es considerado el más potente en absoluto. Después de paso por Japón, se dirigirá hacia el este a través del Mar Chino oriental.