Jerusalén (AsiaNew)- Aviones israelíes han bombardeado esta mañana la Franja de Gaza en el tentativo de frenar una lluvia de misiles que desde hace días caen en la zona sur de Israel, pero también el Tel Aviv y Jerusalén.
Los ataques israelíes a Gaza, parece tener de mira a los comandantes militares, pero hay víctimas civiles. En Beit Hanoun fue atacada una casa, y mataron al comandante de las brigadas Al-Quds, el brazo armado de la Jhiad islámica, pero murieron también los parientes, una mujer y un niño. El balance de estos dos días es de 208 palestinos muertos y 100 heridos.
Ayer los misiles de Hamas han tratado de atacar las dos ciudades más pobladas de Israel. Tel Aviv y Jerusalén. El de Tel Aviv fue parado por el sistema de defensa israelí; el de Jerusalén no ha registrado heridos.
Las brigadas Ezzedine al-Qassam se vanaglorian de haber lanzado misiles hasta Haifa (a unos 160 Km de la Franja), pero no fueron confirmadas por fuentes israelíes. En cada caso fueron habilitados los refugios antiaéreos, en Jerusalén y en Tel Aviv.
Desde mitad de junio, desde cuando inició esta nueva serie de enfrentamientos, centenares de cohetes han golpeado el sur de Israel; 40 fueron interceptados. Hasta ahora ningún israelí fue heridos o muerto.
El primer ministro Benjamín Netanyahu declaró que Israel "no tolerará el fuego de los misiles sobre nuestras ciudades y pueblos". Por esto, "operaciones contra Hamas y otras organizaciones terroristas" fueron "agrandadas".
La oficina de seguridad israelí ha aprobado la llamada de 40 mil reservistas y hay voces no oficiales que hablan de una posible "invasión u operación por tierra" contra Hamas.
Periódicos israelíes y árabes hacen notar que una víctima "ilustre" de esta nueva escalada de guerra es el gobierno de unidad nacional palestina, que fue creado en los primeros días de junio, poniendo fin a la lucha entre Hamas y Fatah, que duraba de hacía 7 años. Franjas más extremistas entre los palestinos bloquearon el acuerdo- que preveía la no violencia- continuando con el lanzamiento de misiles, secuestrando y asesinando a tres jóvenes israelíes.
También Netanyahu se declaró inmediatamente contra el gobierno de unidad nacional palestino, temiendo que esta unidad pudiese favorecer un más largo reconocimiento internacional de Palestina.