Kabul (AsiaNews)- La revisión de los votos de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Afganistán "es una derrota para lo que debía ser el primer acto de auténtica democracia en el País". Es el comentario de una fuente de AsiaNews en Kabul, anónima por motivos de seguridad, relacionado con la decisión de las autoridades afganas - tomada con la "supervisión" del secretario de Estado Usa John Kerry- de proceder a un nuevo conteo de los votos, para decidir la disputa de las elecciones.
Los resultados de la segunda vuelta- realizado el 14 de junio pasado- han dado por vencedor a Ashraf Ghani, candidato independiente de etnia pashtun (la mayoría, ndr), con el 56,44% de los votos. Un margen de más de 10 puntos sobre el adversario Abdullah Abdullah, candidato de la Natinal Coalition of Afghanistan de etnia taiiki, que quedó en el 43,45%. Una inversión neta respecto a la primera fase de voto (5 de abril pasado), concluida sin ganador absoluto, pero con Abdullah en neta ventaja respecto a Ghani.
Esta inversión de ruta aumentó el temor que se hayan verificado fraudes, considerados ya desde el inicio como la mayor "amenaza" en la elección democrática del nuevo presidente de Afganistán. Después de un primer momento de incertidumbre, ambos candidatos aceptaron hacer de nuevo el conteo de los votos y asegurarse el resultado final. Hamod Karzai, jefe de estado saliente, no pudo ser candidato porque ya era su segundo mandato.
"El hecho que hayan aceptado esta revisión de los votos- explica la fuente local de AsiaNews - es de una cierta importancia, sobre todo después de la derrota en cuanto no se lograron hacer elecciones realmente democráticas". Tanto más, agrega, "que los fraudes estuvieron en ambas partes, aunque uno se pregunta cómo pudo suceder". "se hicieron siempre controles internacionales- si bien no en todas las sedes electorales- no obstante no faltaron los fraudes: el número de las boletas resultó superior al número de los electores registrados; el número de las electoras era mayor de la de los hombres. Todas cosas que un control internacional habría debido impedir".
"No tengo una preferencia entre los dos candidatos- subraya- pero me gustaría que el nuevo jefe de Estado, fuese por una vez, no de etnia pashtun. Frente a una población tan variada como lo es la afgana sería una verdadera expresión de democracia".