Cien jóvenes de Taiwan a la Jornada asiática de la Juventud
de Xin Yage
Serán guiados por Joseph, coreano y diácono en Taipei. Entusiasmo, vida como servicio y el ejemplo del Papa Francisco entre los motivos de la participación. Los participantes a las Jornadas del pasado, ahora adultos, ofrecen pagar los gastos de los jóvenes de hoy.

Taipei (AsiaNews)- Desde el domingo 10 de agosto, más de 100 jóvenes taiwaneses partieron para Corea del Sur, para participar de la Jornada asiática de la Juventud (Asian Youth Day, AYD). El Papa Francisco estará en Corea para rezar y compartir esta bellísima experiencia con los miles de jóvenes que se unirán con él.

Uno de los guías de los taiwaneses es Joeseph Cho-jae, joven coreano seminarista, que fue ordenado diácono en el mes de junio en Taipei. Él que habla chino en modo muy fluyente, está en contacto con centenares de jóvenes taiwaneses y los acompañará durante los días que permanecerán en Corea. "Será seguramente una bellísima experiencia: el Papa es tan popular y muy amado, todos querían encontrase con él y hablarle, pero sólo rezar con él y con todos los jóvenes que quieren aprovechar de este momento para interrogarse sobre su propio futuro y dar esperanza a muchos de sus amigos. El camino del Evangelio es tan rico de vida y de valores que hace que uno pueda contagiarse sobre todo para quien busca su vocación o el significado más profundo respecto a tantos mensajes superficiales".

Jessica hará su primera experiencia en el extranjero. "Mi hermano me habló del, encuentro de Rio, que fue muy motivante para él. Estoy contenta de esta oportunidad, podré encontrar a muchos coetáneos de diversas proveniencias".

Sor Zhuang está muy entusiasmada: "Estos eventos nos ayudan a construir la vida de comunidad; aquí en Taiwan tenemos una sólida tradición cristiana, y la presencia de la Iglesia estuvo siempre centrada hacia la ayuda a los más desventajados, a las categorías minoritarias y a los sin voz. El mensaje y el testimonio del Papa Francisco en este sentido son muy ejemplares y atrayentes para nuestro jóvenes".

Un buen número de católicos que habían participado de las Jornadas de la Juventud en el pasado, ahora que ya son adultos y tienen un sueldo, se ofrecieron pagar el costo de la participación a los nuevos estudiantes que quieren participar de esta experiencia. "Gracias a esta organización, la tradición puede continuar y los nuevos jóvenes pueden involucrarse en una experiencia más internacional de Iglesia, dice Josef. "Contando sobre ellos y en su entusiasmo, podemos contagiar a muchos otros nuevos que llegaran en los años futuros".