La "diplomacia del cricket", para reforzar la amistad entre católicos y anglicanos
El Papa Francisco ha dado su bendición al primer equipo de cricket de la Santa Sede, el Vatican XI. Formado sobre todo por seminaristas hindúes, paquistaníes y esrilanqueses, el equipo está por partir para Inglaterra, donde en Canterbury enfrentarán al equipo de la Iglesia anglicana

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Casi 500 años después del cisma provocado por Enrique VII entre Canterbury y Roma, la iglesia anglicana y la católica vuelven a "desafiarse". La inusual ocasión será un partido de cricket entre el Anglican XI y el Vatican XI, primer equipo del Vaticano. Ayer el Papa Francisco dio su bendición a los jugadores, en su mayor parte son seminaristas originarios de India, Paquistán y Sri Lanka, países donde el cricket es deporte nacional. El pontífice ha firmado una de las mazas, que al finalizar la transferencia inglesa, será puesto en remate como beneficencia en eBay.

El tour iniciará el próximo 12 de septiembre y verá al Vatican XI, enfrentarse con otros 4 equipos, antes de desafiar al Anglican XI en Canterbury, el 19 de septiembre.

La intuición de formar un equipo de cricket "del Papa" nace en 2012, bajo la iniciativa de John Mc Carthy, embajador de Australia junto a la Santa Sede. Antes de llegar a Roma era miembro del concejo de administración del Sydney Cricket Ground: de aquí la idea de ver si alguno podría estar interesado en jugar.

En octubre de 2013 nace así el St. Peter´s Cricket Club, hoy se llama Vatican XI. El p. Eamonn O´Higgins, director espiritual y manager del equipo cuenta: "El embajador Mc Carthy sugirió también la posibilidad de enfrentar a los anglicanos en un partido, para reforzar las relaciones ecuménicas entre nuestras Iglesias y expresar el apoyo a la campaña conjunta para erradicar la esclavitud moderna y el tráfico humano. El arzobispo de Canterbury aceptó nuestra propuesta en diciembre del 2013".

Para subrayar el valor ecuménico de este desafío deportivo, antes del partido los dos equipos rezarán juntos en la catedral de Canterbury, recordando los santos comunes a ambas tradiciones y a los tantos cristianos que han glorificado a Dios con sus testimonios.

"Vamos allí para ganarles- admite el p. Jery Njaliath, sacerdote de 36 años, originarios de Kerala- y jugar con nuestras máximas posibilidades". El capitán del equipo inglés el p. Anthony Currer, 41 años, admite bromeando: "normalmente trato de ir de aceurdo con los anglicanos, no de ganarles. Si uno de los muchachos debiese recibir una pelota en la cara, ¡espero que esto no arruine decenios de buenas relaciones!".