Yangon (AsiaNews/gencias)- Un activista birmano fue condenado a al menos 11 años de cárcel por haber tomado parte en una marcha de protesta contra el gobierno por las calles de Yangon, capital comercial de Myanmar. La pena podría pronto aumentar: él está imputado en un proceso, del cual se espera la sentencia. La cuestión judicial de Htin Kyaw es una confirmación ulterior que, a despecho de las promesas del presidente Thein Sein, en el país se continúa practicando arrestos y detenciones arbitrarias por reatos de opinión y pensamiento.
La tendencia fue denunciada en los días pasados por un grupo pro-derechos humanos. La sentencia de condena contra el disidente lo ha hecho un símbolo: a despecho de las proclamadas reformas políticas, económicas y sociales del ejecutivo semi-civil (en el poder desde el 2011, después de decenios de dictadura militar) en realidad el disenso es aún ahora castigado en forma sistemática.
Htin Kyaw, de 52 años, fue incriminado en todas las 12 divisiones de Yangon, en las cuales él marchó desde el inicio de año en el contexto de una campaña de protesta contra el gobierno. Ayer llegó la última de una larga serie de condenas, por "haber distribuido volantes" contra el ejecutivo actual. Por el resto todavía hoy, las manifestaciones espontáneas de disenso son castigadas con extremo rigor y para manifestar en la plaza es necesaria una particular autorización por parte de las autoridades.
Activistas pro-derechos humanos han criticado con fuerza el envío a juicio de Htin Kyaw por "haber disturbado el orden público"; ya en pasado fue condenado por haber manifestado contra el gobierno, pero fue liberado el año pasado en el contexto de una amnistía. Él se encuentra en la prisión desde el 5 de mayo pasado.
Un vocero de Amnesty international comenta que Htin Kyaw solamente ha expresado su propia opinión, sin violar ninguna ley. "Los esfuerzos incesantes de las autoridades birmanas de silenciar las voces que los critican-denuncian los activistas- deben cesar inmediatamente" y las acusaciones a cargo del detenido son simplemente una "farsa".
Varias veces en los últimos meses el movimiento activista Assitance Association for PoliticalPrisioners (Burma) que conserva una detallada cronología de los detenidos políticos en Myanmar, subrayó que permanece la práctica de los "arrestos arbitrarios" y las limitaciones de las "libertades civiles y políticas". Además, los continuos arrestos, de hecho han desmentido las promesas del presidente Thein Sein, según el cual todos los prisioneros políticos habrían sido liberados antes de fines del año 2013.