Misionero Pime: Milf partido político, paso "positivo" en una óptica de paz en Filipinas
El p. D´Ambra recuerda que el proyecto estaba ya presente en el pasado y es "aún temprano" para entender cómo evolucionará la situación. El presidente Aquino presenta al Parlamento el texto base de la región autónoma Bangsamoro y apoya con fuerza la transformación del grupo rebelde en partido. Queda el buscar un acuerdo entre los varios grupos, para evitar una derivación extremista.

Manila (AsiaNews)- La idea de transformar el Moro Islamic Liberation Front (Milf) "en un partido político", abandonando su naturaleza originaria de "movimiento revolucionario", estaba ya "presente en el pasado". Sin embargo, es aún "temprano" para entender cómo evolucionará la situación y es muy probable que queden "algunos puntos interrogativos", si bien el presidente Benigno Aquino esté "interesado" en el acuerdo por "muchos motivos". Así el p. Sebastiano D´Ambra, sacerdote del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (Pime), desde el 1977 en el sur de Filipinas, en una de las zonas más sensibles en tema de extremismo islámico, describe el paso que traerá a los rebeldes musulmanes en transformarse en partido político. El misionero, fundador de movimiento "Silsilah", activo desde 1984 y teniendo como finalidad el diálogo islamo-cristiano, agrega al mismo tiempo que "es importante que los varios grupos- no sólo el Milf- logren un acuerdo" y hagan entra a la lucha dentro del cauce político, para evitar una derivación extremista.

En los días pasados, los vértices del Milf han confirmado el propósito de dar vida a un partido político, dando así una legitimación institucional al objetivo de guiar la región autónoma de Bangsamoro. El presidente Aquino entregó al Parlamento un informe de 122 páginas, texto base de la legislación en vigor en la región musulmana autónoma (Bangsamoro) y fruto de años de negociados. Este prevé el pasaje a una administración provisoria, que guiará un período de transición en vista de las elecciones locales. El proyecto de transformación es "apreciado" por el negociador jefe del gobierno, mientras que los funcionarios de las Naciones Unidas en Manila, alientan para la aprobación del borrador de la ley, definiéndolo como "un resultado notable".

Para Aquino el acuerdo que llevará al desarme de las 10 mil tropas del Milf y al nacimiento de la región autónoma, mejorará la vida a millones de musulmanes filipinos, minoría en la sola nación asiática (100 millones de habitantes) en su gran mayoría católica. "existen diversos puntos interrogativos- puntualiza el p. D´Ambra- y algunos problemas irresueltos quedan". El sacerdote leerá, apenas posible, el texto consignado por el presidente al Parlamento, pero subraya que los elementos "culturales" que constituyen el freno a la paz. Entre éstos el status de las poblaciones indígenas, que hasta ahora "no fueron consideradas" y por esto, han iniciado y promovido protestas.

Otros obstáculos, agrega el misionario Pime, podrían ser representados por "otros grupos combatientes" como el Biff o Abu Sayyaf, que tienen una visión "más radical" y no esconden su simpatía por los movimientos islámicos que obran en Siria e Irak. En todo caso, concluye el p. D´Ambra, Filipinas  "necesita la  paz" y un acuerdo, también si perfectible, es igualmente "positivo".

El Moro Islamic liberation Front (Milf) es un grupo armado que ha buscado por decenio la independencia del archipiélago de Mindanao. La guerra costó la vida a miles de personas e impidió a los adversarios aprovechar las riquezas del subsuelo, evaluadas en 312 billones de dólares. El 24 de enero pasado ambos frentes han subscrito un acuerdo de paz en Kuala Lumpur, capital de Malasia. Los que amenazan al acuerdo son los otros grupos de combatientes, así como las resistencias internas. El movimiento sanguinario Bangsamoro Islamic Freedom Fighters (Biff), formado por algunos que abandonaron el Milf, continúa atrayendo combatientes. Otro rival del Milf, el Moro National Liberation Front (Mnlf) muchas veces trató de obstaculizar los diálogos con atentados y violencias que han causado más de 200 muertos. Luego podrían surgir dificultades y trampas en la sede de discusión parlamentaria- y frente a la Corte suprema, que podría declarar la inconstitucionalidad de algunas partes.