Patriarca de Bagdad; En la crisis iraquí, esencial la intervención de los Estados árabes
de Louis Raphael I Sako *

Los Patriarcas y obispos de las Iglesias de Medio oriente denuncian en la Onu, los sufrimientos de los cristianos, víctimas de violencias del Estado islámico. Una "situación dramática", que pide la intervención de la comunidad internacional. Es necesario derrotar a los islamistas y restablecer la "coexistencia pacífica". La intervención íntegra de Mar Sako a AsiaNews.


Ginebra (Asianews)- Contar la "situación dramática" de un pueblo que vivió por 2.000 años en modo pacífico en la región y que ahora, en particular en Siria e Irak, es "objetivo de los criminales" del Estado islámico por la fe profesada. Es éste el espíritu que animó la intervención de ayer de los Patriarcas y obispo de la Iglesias de Medio oriente, invitados a la sede de Ginebra de la Misión Permanente de la Santa Sede en la Onu. Los líderes cristianos han denunciado una persecución sistemática contra las minorías, conducidas "en nombre de Dios" y que representa una evidente violación "del derecho fundamental a la libertad religiosa".

La ideología en la base del Isis (Estado islámico de Irak y del Levante, ahora Estado islámico, ndr) es contraria a los derechos humanos, afirman los dirigentes de las Iglesias orientales, y conduce "al genocidio, a la muerte de personas inocentes y a otros graves abusos". Eso representa una amenaza no sólo para los cristianos, sino "para todos los otros grupos y etnias" y "para la entera sociedad" de Medio oriente y de la entera comunidad internacional. El crimen más grave frente a estos abusos, afirman es la "indiferencia".

La comunidad internacional, recuerdan los patriarcas y obispos, tiene el "deber" y la "responsabilidad" de intervenir para proteger a las comunidades en riesgo, como indicado en pasado por la Asamblea general de las Naciones Unidas. Un deber que se utiliza, cuando "el estado no está más en grado de tutelar a sus propios ciudadanos", como sucede hoy en Irak. Por último, ellos desean y necesitan ayudas-comida, agua, alojamientos, remedios, frazadas-en vista del invierno, esperando un regreso a sus casas. Pero la prioridad, concluyen, es la de "derrotar al Isis y restablecer la posibilidad de una coexistencia pacífica".

A continuación, la intervención de su Beatitud Mar Louis I Sako en la sede Onu de Ginebra, enviado en exclusiva a AsiaNews.

Gentiles Señoras y Señores,

Estoy conmovido y profundamente agradecido por vuestra presencia aquí, hoy. Este es un signo de cuánto ustedes no sean indiferentes frente a la tragedia de nuestro pueblo.

El Isis es una organización extremista, guiada por principios que se remiten a la más ciega brutalidad, bien financiada, equipadas como es debido, con armas de los más sofisticadas, muy presente y difundido en las redes sociales. La rutina cotidiana de robos, estupros de grupo, torturas y asesinatos de los son considerados como no creyentes es práctica común. El Isis es una amenaza potencial para el mundo entero.

Por esto, en nombre de todas las personas perseguidas, yo imploro a todos los líderes [mundiales] que encuentren una estrategia común, un plan para poner fin a esta tragedia y prevenir amenazas análogas para el futuro.

He aquí, seguidamente, algunas indicaciones sobre lo que se debería hacer inmediatamente y otras para después, en un segundo momento:

- Continuar a consignar ayudas humanitarias a los necesitados, en particular alojamientos, comida, agua y ropa necesarias para sobrevivir, hasta el retorno definitivo de nuestra gente a sus propias casas y a sus pueblos.

- Liberar no sólo la planicie de Nínive, sino también Mosul en el cuadro de una solución política general. Es necesaria una coalición internacional bajo la guía de las Naciones Unidas, para proteger y defender los derechos de los miles de evacuados indefensos de la región. Los bombardeos aéreos servirán sólo para amatar a otras personas inocentes. Serían necesarias tropas en el terreno y, por qué no de los países árabes. Al respecto es necesario adiestrar al ejército central iraquí en manera profesional y, al mismo tiempo, equiparlos adecuadamente, así como también a los Peshmerga kurdos.

-Apoyar y garantizar un retorno seguro a los evacuados a sus casas y a sus pueblos, dando a ellos una protección internacional. Todo esto debería ser hecho al interno de una resolución de la Onu, de otro modo serán destinados a tener la misma suerte de los palestinos.

-Garantizar que los evacuados sean indemnizados adecuadamente por parte del gobierno iraquí por la pérdida de sus propiedades y las destrucciones de sus casas. En este caso, los gobiernos extranjeros, entidades humanitarias y Ong pueden dar una enorme contribución.

- Poner los lugares y el patrimonio cultural cristiano, que resalen a los primeros siglos, bajo el patrimonio y la protección de la Unesco.

- Todas las medidas antes mencionadas son necesarias. Pero la protección de los derechos humanos de cada ciudadano es la mejor y única vía para asegurar una coexistencia pacífica. La guerra es siempre un mal y lleva desastres al pueblo. Examinemos profundamente nuestras conciencias, para entender qué se está haciendo para evitar la guerra. Y, ¿qué se puede decir referente a la venta de armas? En vez de vender armamentos deberíamos activarnos para promover los derechos humanos y la libertad religiosa.

Gracias una vez más por preocuparse por el destino de nuestro sufriente pueblo. Les pido que lleven nuestro problema a vuestros gobiernos, a vuestros partidos políticos, a vuestras instituciones, a vuestras Iglesias y mezquitas.

*Patriarca caldeo de Bagdad y presidente de la Conferencia episcopal iraquí.