Ankara (Asianews/Agencias)- El gobierno turco cerró el paso de la frontera con Siria después de ahber recibido al menos 70 mil refugiados kurdos en los últimos días. Oficialmente la clausura la motivaron como respuesta a las protestas de los refugiados y de la población kurda en Turquía, que habrían tirado piedras contra las fuerzas de seguridad (v. foto). Es también probable que de este modo Turquía frene el flujo de los kurdos turcos que van a Siria a combatir junto a su etnia ya en la mira del ejército islámico.
De hace días los jihadistas del Estado islámico (SI) han conquistado al menos 60 pueblos kurdos y puesto bajo asedio a la ciudad de Ain-el-Arab (Kobané en lengua kurda). La zona, en el norte de Siria, permite al EI de controlar una larga franja de frontera con Turquía, necesaria para importar sin dificultad armas y hombres. Los milicianos del EI, tienen armas pesadas y tanques. Los combatientes kurdos locales y los que provienen de Turquía están menos equipados.
El riesgo de una emergencia humanitaria es real. El Alto comisariado Onu para los refugiados declaró que los civiles kurdos que buscan refugio en Turquía podrían llegar a "centenares de miles".
Otra emergencia que se prospecta es el posible inicio de los bombardeos aéreos Usa en Siria.
Los EEUU, a la cabeza de una coalición anti-EI, han declarado varias veces que habrían atacado también en Siria. Pero existen dificultades: en Siria el EI tiene potentes instrumentos antiaéreos; además, para efectuar los ataques se necesitaría la aprobación de del gobierno de Damasco, el cual se mantuvo fuera de la coalición. Es más, la lucha contra el Isis, debería ser realizada reforzando la oposición a Damasco- así dicha "moderada"- que comprende a grupos islamistas- entre los cuales al-Nusra, ligada a al-Qaeda que en pasado sufrió violencias por parte del EI.