Hong Kong (AsiaNews)- Pocas horas después de la distensión entre manifestantes y el gobierno local, las calles de Hong Kong se convirtieron en teatro de enfrentamientos y peleas entre los manifestantes pacíficos y algunos grupos organizados, que se definen "anti-Occupy" o "verdaderos ciudadanos", bajo los ojos de la policía que parece inerte. Esos grupos, con máscaras y bastones, son guiados por personas que hablan mandarín y no cantonés: la multitud inició a tomarles el pelo y a gritar "vuélvanse a Beijing".
Ian Mo, joven licenciado de 28 años, participó en las protestas de los días pasados: "La situación y la atmósfera han cambiado en manera increíble. En las últimas noches, la gente era muy pacífica. Ahora están enojados por estos enfrentamientos y se han puesto de pie nuevamente". Mo ha observado de cerca las violencias de Mong Kok: "Había policías en las cercanías de la gente y de los enfrentamientos, pero simplemente no hicieron nada".
Los líderes del movimiento democrático y los de los estudiantes acusan al gobierno local, guiado por Leung Chun-ying: los residentes de algunas zonas "pueden ser exacerbados por la situación", pero las protestas violentas y los ataques seleccionados, "están coordinados por el ejecutivo". "Si el gobierno no elimina inmediatamente estas violencias seleccionadas, entonces los estudiantes se retirarán de los coloquios sobre la reforma política". Los coloquios fueron convocados ayer por la tarde por el mismo Leung Chun-ying y han permitido hoy que la situación se volviera más distendida.