India, católicos e hindúes "trabajen juntos contra la globalización de la indiferencia"
de Nirmala Carvalho
El presidente de la Oficina para el diálogo interreligioso y el ecumenismo de la Conferencia episcopal hindú, mons. Felix Machado, comenta a AsiaNews el mensaje vaticano para la fiesta hindú de Diwali: "No tenemos que ignorar las diferencias que nos separan, sino comprenderlas y aceptarlas. Tras la huellas del Papa Francisco, comprometámonos por el bienestar común".

Mumbai (AsiaNews)- cristianos e hindúes "deben profundizar el respeto y la amistad recíproca. Esto no quiere decir que se deban ignorar las diferencias esenciales que existen entre las dos tradiciones religiosas, sino por el contrario que justamente estas diferencias van comprendidas, aceptadas y respetadas. La iglesia católica no impone jamás la propia fe a los otros, y desde siempre está al servicio de los pobres y de los marginados. Pueda nuestra relación mejorar siempre, para el bienestar común". Es el comentario hecho por mons. Felix Machado a Asianews, presidente de la Oficina para el diálogo interreligioso y para el ecumenismo de la Conferencia episcopal hidú por el Pontificio concejo para el diálogo interreligioso.

Según el prelado, que guía el mismo la Oficina, también al interno de la Federación de las Conferencias episcopales asiáticas, India "es una sociedad pluralista y multi-religiosa, donde el espíritu de la inclusión siempre fue promovido por los católicos. La Iglesia alienta al diálogo y a la colaboración con los otros credos, para el bienestar común. Debemos enfrentar juntos los varios desafíos que se nos presentan, para que juntos podamos prosperar".

El mensaje de Diwali, prosigue mons. Machado, "refleja el pensamiento del Papa Francisco: la globalización de la indiferencia crea una cultura de exclusión, en la cual los pobres, los vulnerables y los marginados ven sus propios derechos pisoteados. Mientras que los recursos y las oportunidades van destinados a otros. Quien vive en los márgenes es usado y descartado, como si fuese un objeto. Y esto daña a todos nosotros".

Por el contrario, "la Iglesia católica hindú trabaja desde siempre por los pobres y los marginados. Para los dalit y los tribales, para las mujeres y muchachas de las zonas más remotas del país, para los infelices: y lo hace sin dar peso a la identidad religiosa, con un compromiso que quiere vencer justamente esta globalización de la indiferencia. Estamos comprometidos con fuerza en el diálogo interreligioso y no discriminatorio, y continuaremos colaborando con el Estado y con la sociedad para el bien común. El diálogo entre hindúes y cristianos puede convertirse en un modelo para las otras religiones".