Manila (AsiaNews) - Un diálogo honesto y un acompañamiento pastoral para "estar
más cerca de los que tienen tendencias homosexuales y ayudarles a vivir en castidad.
Nuestro objetivo debe ser ayudarles a cumplir con la demanda de pureza que Cristo
nos trae. Las Personas con orientación
homosexual son hijos e hijas de Dios, la discriminación en contra de ellos es contrario
al espíritu del Evangelio". El anuncio fue hecho al final del Sínodo Extraordinario
sobre la familia, por el presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas.
Según monseñor Sócrates Villegas "Si esta gente quiere ofrecer un regalo a
la Iglesia de acuerdo a sus talentos, dones y habilidades, entonces la Iglesia debe
ser como una madre". Sin embargo, en declaraciones a los legisladores, el
arzobispo dijo que "no hay una equivalencia o incluso una remota analogía entre
el matrimonio entre hombre y mujer, preparado por Dios, y las llamadas uniones
homosexuales".
Con respecto a la cuestión de los divorciados y vueltos a casar, el obispo no
tiene dudas: "No podemos presumir de juzgar y condenar: nosotros debemos, en
cambio, dar a luz un verdadero esfuerzo para ayudarles a vivir de acuerdo a las
exigencias de su fe. El miedo y peligro de escándalo no puede dejar el camino de
la auténtica caridad, teniendo en cuenta que Jesús hizo muchas cosas escandalosas
a los ojos de los que en aquel momento eran considerados como justos".