Izumi Sakata, el japonés que construye viviendas sostenibles para los pobres en Nairobi
El arquitecto, de 59 años, está a punto de inaugurar un complejo de 12 apartamentos pequeños en las afueras de la capital de Kenia. La "revolución" de su obra: no habrá necesidad de suministro de agua o electricidad; las viviendas son autosuficientes a través del reciclaje de residuos y energías alternativas.

Tokio (AsiaNews / Agencias) - Casas sin infraestructura, capaces de reciclar residuos orgánicos y convertir el sol y el viento en energía para los pobres de todo el mundo. Es el sueño de Izumi Sakata, el arquitecto japonés de 59 años, que ha decidido empezar desde Nairobi para dar un sueño sostenible a los suburbios. El hombre está construyendo un pequeño complejo de 12 apartamentos que no necesitan ser conectados a la red hídrica  o la hidráulica: "Por ahora es una esperanza - dice - pero creo que los frutos que hemos sembrado en Japón pueden producir grandes frutos para África".

El proyecto se completará a principios de 2015. Las unidades residenciales son de 22 metros cuadrados, con cocina y baño, pero no hay necesidad de agua: "El concepto del edificio actual se basa en la existencia y mantenimiento de gran infraestructura, como el suministro de agua o la eléctrica. Pero es un mecanismo que comienza a derrumbarse, debido a la creciente población mundial y el crecimiento exponencial de las megaciudades. Es por eso que hemos creado un concepto diferente, un hogar sostenible a un coste reducido".

En la práctica, gracias a un mecanismo desarrollado en Japón, la casa no necesita agua porque convierte los residuos sólidos humanos y la comida en los fertilizantes; al mismo tiempo, los desechos líquidos y agua de lluvia terminan en un tanque especial que los purifica haciéndolos potables y genera electricidad mediante el uso de baterías eólicas recargables.

El proyecto, explica Sakata, "es caro, pero no en exceso. Incluso los suburbios pobres y suburbios puede permitirse el lujo de construir una casa así, siempre que sean capaces de ahorrar un 20% de sus ingresos anuales por alrededor de cinco año. Después de eso, no habrá gastos de funcionamiento de cualquier tipo".

María Adhiambo, ama de hogar de 51 años, está en una lista de espera para entrar en el primer grupo de residentes. El arquitecto pidió a los solicitantes, como un gesto de compromiso y la buena voluntad, pagar el 20% del coste total de la residencia: la señora aguardo durante 15 años, desde cuando en Nairobi mostraron las posibilidades de este proyecto, para entrar "por fin" en una casa de verdad.