Mumbai (Asianews)- Un muro de pocos metros es lo que dividía de hace años las casas de Sonu Kumar, 20 años dalit hindú y Dhanishta, 18 años musulmana, originarios del pueblo de Chopla, a unos 60 km de Nueva Delhi. Las diferencias de casta y religión no fueron nunca un problema para sus familias, que en ocasión de las respectivas fiestas tradicionales no dudaban en intercambiarse dones. Así fue hasta hace 2 días, cuando los hermanos de Dhanishta le han cortado la garganta y han apuñalado a muerte a Sonu. Sus culpa: estar enamorados y habían decidido casarse. "una cuestión inhumana y cruel afirma a Asianews, mons. Savio Fernandes, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Mumbai- que no pone frente a una cultura de la muerte, que no muestra ningún respeto por la vida humana2.
En la zona del pueblo, los musulmanes representan el 255 de la población, Entre la mayoría hindú, el 255 es dalit, "afuera de las castas2. Según la policía, Sonu y Danishta salían juntos de hace dos años. Cuando decidieron casarse, ambas familias inmediatamente se opusieron: los padres de él lo mandaron a Delhi a trabajar; la madre y los hermanos de ella le prohibieron verlo y ha iniciado a tratar de buscar "un buen partido".
A finales de
octubre, la pareja se casó en secreto en Ghaziabad.
Los dos continuaron viviendo con sus familias, pero pronto fueron descubiertos. Los padres se han dirigido a las autoridades de la aldea, que confirmó "la
imposibilidad" de su unión. La
pareja huyó. Pero el 29 de noviembre, cuando regresaron a la aldea, sus hermanos los mataron delante de todos. La policía arrestó a la madre de Dhanishta, instigadora
del crimen, y dos hermanos de la chica. Otros
cuatro hermanos aún no están capturados.
El "crimen de honor" es
el asesinato de un miembro de la familia
por los familiares cuando se les humilla, por
ejemplo, por casarse con una persona
de una casta diferente. "Por desgracia - dice
a AsiaNews el Dr. Carvalho,
miembro de la Academia Pontificia para
la Vida - en algunas partes de la India sigue siendo una práctica común, pero tienes que dejar de
hablar de 'crímenes de honor': No
hay honor en el "asesinato
premeditado de otro ser humano".
Según el Fondo de Población de las
Naciones Unidas, cada año en todo el mundo cerca
de 5 mil mujeres son víctimas de
los crímenes de honor. En 2010, la
National Crimes
Record Bureau ha registrado 8,391 asesinatos de jóvenes
novias para cuestiones relacionadas con la dote: un crimen cada hora.
Para prevenir y detener estos actos de violencia, dijo el prelado, "la gente tiene que convertirse en agentes de cambio".
Los primeros agentes de cambio, sin embargo, son sus padres. "La familia - dijo - es la unidad básica de la sociedad. Todo lo que sucede en ella se refleja en una mayor escala en la sociedad. Es aquí donde debe comenzar la sensibilización de género y la
enseñanza de los valores del respeto, la dignidad, la honestidad y la moral". "Nuestra experiencia - añade - nos dice que en
una familia es la madre quien
tiene más influencia en sus hijos.
Sin embargo, ambos padres deben enseñar
a sus hijos, niños y niñas,
el respeto por los demás. De lo
contrario, si el trato del hijo con los superiores como
la hija con los inferiores, tal
disparidad y desigualdad se
reflejarán en la sociedad".