Bagdad (AsiaNews/Agencias)- Un ataque mortal en las cercanías de Kerbala hizo que se tomaran nuevas y más estrictas medidas de seguridad de millones de peregrinos que, en estos días, visitan la ciudad santa del sur de Irak para la tradición chií, por el estallido de algunos disparos de mortero, explotados "en la zona occidental de la ciudad, poco después de la medianoche". Las víctimas, agrega, serían residentes y no peregrinos. Fuentes médicas confirman el balance.
Este año se registra un número record de peregrinos en la ciudad santa de Kerbala, provenientes de Irak y de otros países para la fiesta de Arben; esta se celebra- según la tradición chií- 40 días después de la Ashura y marca el fin del período de luto por el martirio de Hussein bin Alí, bisnieto de Mahoma.
Ayer el ministro iraquí de Defensa Khaked al-Obeidi confirmó que son 17,5 millones de peregrinos llegados a Kerbala, de los cuales "13 millones de iraquíes" y otros "4,5 millones de diversas nacionalidades"; para el gobernador de la ciudad se trata del número más elevado jamás registrado en la historia de las peregrinaciones.
El gobierno central reforzó también las medidas de seguridad en Bagdad, ya teatro a inicio de semana por una explosión en la zona nord-oriental en la cual murieron 3 personas y otras 4 resultaron heridos. Los extremistas tomaron de mira a un campamento de casi un millón de carpas, preparadas por las autoridades para ofrecer comida y bebidas a los peregrinos que se dirigen hacia Kerbala.
La edición 2014 asumió también una dimensión política, porque es la primera desde el inicio de la avanzada- en junio pasada- de las milicias suníes del Estado islámico, que conquistaron amplias zonas amplias del norte y del oeste de Irak. Los jihadistas consideran "heréticos" a los chiíes y los han atacado varias veces con atentados y ataques seleccionados. Sin embargo, por ahora el balance de las víctimas está contenido y las medidas de control y seguridad parecen funcionar frente al asalto de las milicias islámicas.
Kerbala es un lugar habitual de peregrinaciones para los fieles chiíes de la región, no sólo de iraquíes, que atrae a millones de personas para una de las fiestas religiosas más importantes del planeta. Las peregrinaciones chiíes, prohibidas durante la dictadura de Saddam Hussein, se convirtieron en comunes desde el 2003; ellos se volvieron objetivo de muchas acciones terroristas, atribuidas a grupos suníes extremistas en el contexto del conflicto con la mayoría chií o con el ismo Al-Qaeda, que han causado centenares de víctimas.