Mumbai (Agencia Fides) - Siento una profunda tristeza y pena por las recientes reconversiones. Son un gran revés para el diálogo y la paz. Pero para
comunicarse, necesitamos compañeros "abierto" y dispuesto a escuchar al otro. Si la pareja está "cerrada en sí mismo" y tiene prejuicios, entonces, el diálogo es algo inútil. No
podemos hablar con compañeros que
tienen motivos ulteriores, porque en este momento no hay espacio para el diálogo. Las religiones deberían
disfrutar de la apertura y el diálogo.
Las personas deben ser conscientes de que existen serias implicaciones globales por las reconversiones en masa bien orquestada, porque van en contra de los derechos humanos y la dignidad. Sólo por tomar un grupo de personas que son pobres, se avivan las llamas. Una vez la Madre Teresa de Calcuta se ha expresado sobre las conversiones
forzadas o conducida a cambio de
algo, afirmando que "es un
insulto para el pueblo indio siquiera
pensar que puede haber fuerza o
señuelo en la conversión".
Estas conversiones son un insulto
a la democracia, garantías y libertades constitucionales
que se han negado a esas personas. La libertad religiosa está consagrada en nuestra Constitución.
Creer es un acto libre. La dignidad de la persona humana es "un valor trascendente, siempre reconocido como tal por los que buscan sinceramente la verdad". No respetar esta dignidad conduce a varios y a menudo trágicas
formas de discriminación, la explotación,
la inestabilidad social y conflictos
nacionales e internacionales, que por desgracia en los últimos tiempos nos son familiares.
Utilizan el término Ghar Vapsi, que significa "volver a casa". Pero,
¿quién decide qué es mi casa?
¿Quién me puede decir qué es mi casa? Cualquier definición de la religión debe incluir en sí mismo la naturaleza innata de los seres humanos.
En profesar su fe,
una persona expresa sus más profundas aspiraciones y desarrolla
lo que es suyo: el santuario interior
de su ser que nadie
puede violar. Para ello, es
esencial que cada persona debe ser capaz de seguir su conciencia en todas las circunstancias y que nadie puede obligarlo a actuar en contra de ella.
Hay leyes suficientes para garantizar la libertad religiosa. Toda
conversión por la fuerza o
inducida es ilegal e inválida.
Empujar a alguien a reconversiones
similares va en contra de la libertad religiosa [prevista] en la India laica.
Estos temas deben ser discutidos a nivel inter-religioso. Los líderes espirituales de todas las religiones en la India deben trabajar juntos para eliminar la división, la sospecha, la desconfianza y la
falta de armonía. Pueden hacerlo enseñando
la grandeza y la dignidad del ser
humano, y por la difusión de
un sentido más claro de la unidad de la familia humana. El deseo de paz está profundamente arraigado
en la naturaleza humana y se
encuentra en las diferentes religiones. Los líderes espirituales deben ser
responsables y comprometidos con el
diálogo y la paz en nuestra
sociedad y el mundo.
* Obispo de Vasai, presidente de la oficina para el Diálogo y el ecumenismo de "Conferencia episcopal de la India
(CBCI) y Presidente
de la oficina por el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso de la Federación de las Conferencias Episcopales asiáticas (FABC)
(Nirmala Carvalho contribuyó)