Mumbai (AsiaNews)- "En la India laica, la libertad de culto para los cristianos se está deteriorando. Dos ataques en el mismo día, en dos Estados diversos del país, son la prueba que los grupos extremistas sin frenos de la ley, se sienten alentados a atacar a los cristianos". Es cuánto denuncia a AsiaNews, Sajan George, presidente del global Council of Indian Christiens (Gcic), después que ayer una comunidad protestante y una pentecostal fueron víctimas de agresiones por parte de grupos radicales hindúes.
Un episodio sucedió en Madhav Nagar (Estado de Bihar). "Militantes de la sección local del Bajrang Dal- cuenta Sajan George. Interrumpoeron un servicio religioso, al cual estaban participando unos 50 cristianos. El Rev. Kamlesh, que guiaba la comunidad de hace casi 6 años, fue empujado y acusado de practicar conversiones forzadas. Algunos de los fieles presentes también fueron golpeados. Los radicales dañaron también instrumentos musicales y parte de los muebles"
Según la policía, los militantes del Bajrang Dal, han agredido a la comunidad porque el pastor "atraía con halagos" a los hindúes pobres, para alentarlos a convertirse. Sin embargo explica un agente, "no encontramos pruebas de estas acusaciones. Los cristianos se encuentran todas las semanas para rezar y sociabilizar los unos con los otros".
El segundo episodio sucedió en Kushulanagar (Estado de Karnataka). Como sucede desde hace 15 años, el Rev. Mathai, de la Iglesia pentecostal Gospel in Action Fellowship, estaba celebrando el servicio dominical junto a una treintena de fieles. Improvisamente, una jeep de la policía hizo irrupción. Los agentes han explicado que alguno había denunciado a la comunidad de realizar "conversiones forzadas".
Después de haber esperado que terminase el servicio, las fuerzas del orden han escoltado al pastor y a algunos de los fieles a la comisaria. Allí fueron interrogados diversas veces y por diversas horas; mientras tanto un gran número de extremistas protestaban contra los cristianos. Al final el líder religioso fue liberado, pero la policía le sugirió "que fuese cauto" en el continuar sus servicios de oración.