Bagdad (AsiaNews) - "Nuestros hermanos musulmanes deben asumir, en primer lugar, la iniciativa y promover una campaña que rechace toda forma de discriminación sectaria". Esto fue subrayado por el patriarca caldeo Mar Louis Raphael I Sako, hablando en una conferencia organizada en el fin de semana en Bagdad por el Centro Iraquí para la Gestión de la Diversidad (ICDM). El patriarca se dirigía a más de 1,6 millardos de musulmanes, en su mayoría moderadas, alrededor del mundo, invitándoles a promover un proyecto conjunto para "desmantelar la ideología fundamentalista" en todas sus formas. Una propuesta que, para tener éxito, debe ser apoyada y guiada por los mismos seguidores del Islam.
En su discurso, el Mar Sako habla del drama de los cristianos de Mosul y la llanura de Nínive, donde cerca de 500 mil personas han huido entre junio y agosto del año pasado, tras el avance del Estado Islámico, que fundó Califato e impuso la sharia. Los cristianos, junto con otras minorías religiosas que "fueron una vez la mayoría" tiene "fuertes lazos" con el territorio; han contribuido - añade Mar Sako - a la construcción de Irak y el desarrollo de la misma cultura islámica.
Estas comunidades "están marginados" y "se han tratado tan duro y brutalmente", por lo que hoy en Mosul y la llanura de Nínive "no hay ni siquiera un cristiano". Para el patriarca de Bagdad, la mayor amenaza "no es sólo el terrorismo del estado islámico" u otras "organizaciones terroristas", sino la ideología "takfiri", que considera "no creyentes" a los propios musulmanes que no apoyan su forma de pensar y actuar, basado en la violencia y la opresión. Señala con el dedo a "fuerzas" que cometen violencia y se centran en la lógica del poder "cubierto por el manto de la religión".
Para superar uno de los períodos más difíciles de la historia de Irak, la región de Oriente Medio y las mismas minorías cristianas, Mar Sako propone un proyecto común centrado en tres puntos principales: construir una opinión pública islámica "abierta e iluminada", mediante la "revisión de textos "religiosos e históricos; A esto se añade una interpretación de los textos "apropiada", para prohibir la lógica de la violencia; por último, la promoción de una "cultura de la acogida y la comprensión mutua", como "hermanos y ciudadanos" de la misma nación. En este contexto, será papel esencial "el de las autoridades religiosas y políticas" musulmanes, para "superar todas las formas de violencia".
Agradeciendo a los responsable del Icdm en Bagdad por su compromiso con la promoción de la "cultura de la convivencia pacífica" y el "respeto a la diversidad y el pluralismo", Mar Sako concluye diciendo que "no hay otro futuro" que "la paz, la armonía y la cooperación". Un objetivo compartido por los musulmanes, los cristianos, los creyentes de otras religiones, y que también debe ser apoyada "por los medios de comunicación" para que proporcionan información y contenidos "respetuoso de las religiones" y la sensibilidad de los creyentes.