Sulawesi centrales, nueva ola de violencias islamistas: Homicidios, secuestros, mutilaciones
de Mathias Hariyadi
Desde noviembre pasado Poso y la provincia son teatro de una escalada de ataques seleccionaos y barbaries. La policía y las autoridades invitan a los ciudadanos a no salir, los campesinos no pueden cultivar los campos. Activistas acusan: "voces y habladurías" se difunden en modo "incontrolado" y aumenta el "pánico" entre la gente. Pedido del gobierno para que sea garantizada la seguridad.

Yakarta (AsiaNews)- Poso y la provincia de las Sulawesi centrales son teatro de una progresiva ola de violencias, que iniciaron en noviembre pasado y que en las últimas semanas registró un aumento de ataques, secuestros, homicidios de matriz islamista, bárbaras mutilaciones de los cuerpos. A despecho de la paz de malino, firmada en el año 2001 para poner fin a años de enfrentamientos sangrientos entre musulmanes y cristianos (protestantes), ahora la región parece destinada a caer en un nuevo caos. La situación es delicada, tanto que la policía y las autoridades locales invitan a la ciudadanía- por motivos de seguridad- a no dejar sus propias habitaciones. La prohibición se extendió también a los campesinos, que no pueden cuidar sus propios campos.

La nueva ola de violencias inició el 15 de noviembre pasado, cuando un habitante de la zona de nombre Muhamad Fadli fue asesinado por desconocidos delante de los ojos de los propios familiares. Él era un simple campesino, testigo- a pesar suyo- de una balacera entre policías y extremistas islámicos activos en la zona. El 10 de diciembre 2 habitantes del pueblo de Sedoa (Poso) fueron secuestrados por un grupo terrorista y hasta ahora están en manos de sus raptores.

Después, el 27 de diciembre 3 habitantes de Tamadue fueron "llevados" por terroristas islámicos: uno de los hombres fue asesinado, el segundo liberado, mientras que del tercero no se tienen noticias precisas hasta el momento. Las violencias continuaron también en enero: el 17 desaparecieron 3 ciudadanos de Tangkura (Poso Pesisir), luego asesinados y sus cadáveres vilipendiados. Además, otras 2 personas fueron asesinadas y mutiladas en modo brutal.

En el tentativo de poner fin a las violencias, activistas y grupos pro-derechos humanos activos en la zona han promovido una iniciativa de paz, pidiendo al estado que intervenga para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Según el Institute Mosintuwu Suara Perempuan poso ("La voz femenina de Poso", ndr), prohibir a los agricultores el poder ir a sus campos es una señal equivocada. Interpelado por AsiaNews el activista, Lian Gogali habla de "voces y habladurías" que se están difundiendo en modo "incontrolable" y que contribuyen a alimentar el "pánico" entre la gente.

Por esto el grupo difundió un comunicado en el cual hace notar 4 aspectos esenciales para restituir paz y seguridad a la población: rechazar toda forma de violencia a fondo confesional; la policía y los militares deben garantizar la seguridad y y mantener la paz y armonía; asegurar el regular desarrollo de las actividades cotidianas; medios y periódicos deben evitar de fomentar las divisiones confesionales y no difundir videos o imágenes cruentas, que lo único que hace es exacerbar los ánimos.

Desde 1997 al 2001, la isla de Sulawesi y las vecinas Molucas fueron teatro de un sanguinario conflicto entre cristianos y musulmanes. Miles las víctimas de la violencia; centenares de iglesias y mezquitas destruidas; miles de casas destruidas; casi medio millón de prófugos, de los cuales 25 mil en la sola Poso. El 20 de diciembre de 2001 fue firmada una tregua entre los dos frentes- en la zona cristianos y musulmanes son pares- firmada en Malino, en las Sulawesi del Sur, a través de un plan de paz favorecido por el gobierno. Sin embargo, la tregua no frenó episodios esporádicos de terror que han tocado a víctimas inocentes; entre los varios casos provocó indignación y temor en todo el mundo el asesinato de algunos pastores protestantes durante las funciones religiosas de los fines de semana y decapitación de 3 muchachas mientras iban a la escuela, realizada por extremistas islámicos en octubre de 2005.