Ajusticiados 2 miembros de un culto "malvado": habían matado a golpes a un mujer
de Wang Zhicheng
El homicidio sucedió en un restaurante McDonald de Zhaoyuan. Después del hecho fueron arrestados centenares de miembros del culto malvado. La condena se dio por el homicidio o la participación al culto que es ilegal. Sobre la muerte del obispo de Yantai, asesinado en el años 2004 mientras estaba en manos de la policía jamás se abrió ninguna investigación.

Beijing (AsiaNews)- La Corte intermedia de Yantai (Shandong) difundió la noticia que, después de la aprobación de la Corte suprema, fueron ajusticiados 2 miembros de un culto "malvado" culpables de haber asesinado a una mujer en un restaurante Mc Donald en mayo pasado.

Zhang Lidong y su hija Zhang Fan eran miembros de la "iglesia del Dios omnipotente", prohibida en China por su carácter anti-comunista.

En el tentativo de hacer prosélitos, ambos-junto a otros fieles- han charlado con Wu Shuoyan, en un restaurante de Zhaoyuan. Los dos miembros han pedido a la mujer cuáles eran sus contactos. Ante su rechazo, primero empezaron a insultarla, luego a pegarle, hasta matarla.

En el pasado octubre los dos Zhang fueron condenados a muerte, otros miembros del culto fueron castigados con detenciones que van de los 7 años a la cadena perpetua (v. foto).

Inmediatamente después del homicidio, la policía arrestó a centenares de miembros del culto, una mezcla de taoísmo y elementos cristianos, según el cual Jesucristo se habría encarnado en una mujer, que predica el apocalipsis y el fin del mundo.

Vale la pena notar que la condena a muerte está motivada en la sentencia no a causa del solo homicidio, sino también por "haber practicado un culto, yendo intencionalmente contra la ley.

En China el poder estatal se arroga el derecho de distinguir entre los "cultos malvados" y "religiones reconocidas" y permitidas, gracias a su sumisión al control puntual del Estado. Diversos académicos y legisladores piden de hace tiempo que el país se dote de una ley sobre la libertad religiosa, reduciendo el poder del Estado en materia estrictamente religiosa, si bien atribuyendo a este el poder de perseguir acciones criminales.

Un cristiano de Yantai recuerda a Asianews que en el año 2004 fue asesinado el obispo clandestino de la diócesis, mons. Gao Kexian, que fue secuestrado por la policía en octubre de 1999. Desde entonces había vivido en una prisión desconocida en el norte de China. A sus familiares les entregaron el cadáver a fines de agosto, sin ninguna explicación sobre la muerte del obispo. Tenía 76 años. En aquella ocasión no se hizo ningún tipo de investigación sobre la muerte del obispo. "El presidente Xi Jinping-continúa el fiel-quiere construir un estado de derecho en China. Y entonces, ¿por qué no se investiga sobre la muerte de nuestro obispo"?