Phnom Penh (AsiaNews/Agencias)- Activistas pro-derechos humanos en Camboya denuncian el arresto de un familia cristiana montagnards (en la foto), que había abandonado el pueblo de origen en Vietnam y superado la frontera para escapar de las persecuciones de las autoridades comunistas de Hanói. El grupo está compuesto por 5 personas, entre los cuales 2 niños y un lactante; la detención por parte de las fuerzas policiales y militares sucedió el 1 de febrero en las forestas de la provincia nord-oriental de Ratanakiri, donde ellos se encontraban desde hace 2 semanas en busca de un refugio. Los agentes los han esposado, y los condujeron a una localidad secreta y arriesgan ser repatriados; otros 4 montagnards lograron escapar a la redada.
Chhay Thi, activista Adhoc (Cambodian Human Rights and Development Assocition), confirma el arresto y agrega que, hasta ahora, no se tienen noticias sobre la suerte de la familia, ni el lugar dónde están detenidos. "La detención de ellos- agrega- es una gravísima violación a los derechos humanos y a la Convención del 1951 sobre los refugiados". Él agregó que otros 27 montagnards siguen escondidos en la jungla, para escapar a un posible arresto.
Ya la semana pasada, los vértices de Adhoc habían denunciado a la policía de Phnom Penh, porque arresta y deporta a los que piden asilo político sin ni siquiera escuchar sus historias. Por el contrario, las fuerzas del orden afirman que no se trata de montagnards en fuga de las persecuciones, sino simples campesinos emigrados "en manera ilegal" al país. El vocero del ministerio camboyano del Interior, Khieu Sopheak, amenaza además denunciar al grupo Adhoc porque obraría con "finalidades políticas".
En el año 2001 y en el 2004 al menos 2 mil montagnards. Originarios de la zona montañosa del centro de Vietnam- emigraron a Camboya para escapar de las violencias de las autoridades de Hanói; el régimen comunista los persigue y les confisca sus bienes a causa de su fe cristiana, por el apoyo dado por las tropas estadounidenses en tiempos de la guerra, y sobre todo para apropiarse de sus terrenos. La mayor parte de ellos han obtenido el asilo político, con Washington en primera fila en la concesión de visas.
En los últimos años reinició el éxodo y siempre más familias tratan de atravesar la frontera, en busca de refugio en la vecina Camboya. Con la ayuda de la Onu, algunos han pedido el asilo político, aunque si muchos dudan en contactar a las autoridades de Phnom Penh, en el temor de ser repatriados. En las últimas semanas fuero al menos 45 los montagnards (entre los cuales 3 niños) que han buscado refugio en las forestas de Camboya, obligados a luchar contra la malaria y la falta de comida para poder sobrevivir.