Bangladesh, el gobierno prohíbe a los extranjeros hablar con los tribales de Chittagong
de Nozrul Islam
Sociedad civil y activistas sociales juzgan la orden emitida por el Ministerio del Interior "racista e inconstitucional". El ministerio ahora impone a organizaciones y ciudadanos internacionales (pero también a los locales9 tener contacto con las poblaciones indígenas de la zona, sólo en presencia de las autoridades y de la Fuerzas Armadas. Desde 1997 la región tiene un Status especial. Asociaciones por los derechos humanos: "Decisión muestra el apoyo del gobierno a las expropiaciones de los terrenos de las cuales son víctimas los tribales"

Dhaka (AsiaNews). Racista, antidemocrática e inconstitucional. Así los intelectuales y los activistas sociales en Bangladesh definen una reciente orden del gobierno, que prohíbe a las organizaciones o a los extranjeros el tener contacto con las poblaciones indígenas del Chittagong Hill Tracts (Cht). La toma de posición fue dada a conocer ayer, al finalizar una tabla redonda organizada por Nagorik Samai, plataforma de miembros de la sociedad civil.

El Chittagong Hill Tracts es un región montañosa situada en la zona sud-oriental, que confina con India y Myanmar. Esa cubre el 10% de Bangladesh. Muy distinta del resto de la nación, por topografía y cultura, las colinas de Chittagong  tienen bosques y poblaciones indígenas- en general son budistas o cristianos-, cuya subsistencia depende sobre todo del cultivo de la tierra.

Autorizado a inicios de enero por el Ministerio del Interior, la orden impone a los ciudadanos y grupos nacionales e internacionales que pueden hablar o encontrar a los indígenas Chtt sólo en presencia de miembros de las Fuerzas Armadas o de la administración local. En el caso ene l cual un extranjero quiera visitar la región, debe pedir la autorización al Ministerio un mes antes de su llegada. Además, pone puestos de control al ingreso de los 3 distritos de la región (Rangamati, Khagrachhari y Bandarban).

Sara Hossain, director ejecutivo honorario del Bangladesh Legal Aid and Service Trust, subraya que esta decisión, tomada en modo unilateral por el gobierno: "es inconstitucional y parte de un tentativo consciente de "marginar" a las comunidades indígenas.

En 1971, con la guerra de liberación de Paquistán, el Chtt se convierte en el neo-nacido Banglasdesh. Pero la región es considerada y tratada como un apéndice del país, sin ningún reconocimiento especial. Los tribales son marginados, oprimidos y maltratados por la mayoría bengalí islámica. En 1973 nace la Parbatya Chhatagram Jana Shanghatti Samiti (Pciss), organización política que une a todas las etnias indígenas de la zona.

Después de una larga serie de desórdenes entre las Fuerzas Armadas y la Shanti Bahini, ala armada del Pciss para responder a los abusos, en 1997 e llega finalmente a un acuerdo de paz. Este reconoce uno Status especial para los pueblos indígenas de Chittanong Hills Tracts, y funda un Concejo regional compuesto por los representantes de todas las tribus. El acuerdo no llevará jamás a la finalización de las tensiones.

Según el Human Rights Forum Bangladesh (Hrfb), la decisión muestra el apoyo "desfachatado" del gobierno a las expropiaciones de los terrenos, ya en curso de hace años en el Chtt, realizados por los colonos bengalíes en daño de los tribales. "Tal orden-afirma la asociación- prueba que las disputas ligadas a la tierra permanecen en el corazón del conflicto en la región y que los residentes locales son dañados en manera grave por estas adquisiciones".

El Pciss definió la orden como "una absoluta manifestación de la política racista y nacionalista del gobierno, que trata a las poblaciones indígenas como ciudadanos de segunda clase. Esta contradice el derecho fundamental sancionado en el art. 28 (1) de la Constitución: "El estado no discriminará a ningún ciudadano en base a su religión, raza, casta, sexo o lugar de nacimiento".

La norma, agrega el Pciss. "hará extremadamente difícil organizar encuentros entre las comunidades indígenas y por ejemplo, las asociaciones para los derechos humanos". Entre otras cosas, en la región desde hace tiempo está en curso una campaña contra la conversión al cristianismo llevada adelante por los musulmanes más radicales, que acusan a los misioneros de realizar conversiones forzadas, para crear una región con mayoría cristiana para anexarse a India.