"Aprecio" de los cardenales por la reforma de la Curia, que expresa la comunión entre el centro y la periferia de la Iglesia.
El nuevo sistema económico, "transparente", que restituye "credibilidad" a la Iglesia. El presidente del IOR, "los problemas más críticos están ya a las espaldas, ahora se debe mirar para adelante". La responsabilidad hasta ahora era de pertenencia de los dicasterios vaticanos podrían ser descentrados en el sentido de la "subsidiaridad". "Un cierto consentimiento sobre el hecho que esté bien la posibilidad de una actuación, también gradual, cuando hay decisiones o medidas que parecen maduras".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- "Aprecio" por la novedad en los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede, que el Papa ya introdujo o que están en programa, fue expresado "en buena parte de las intervenciones" de los 164 cardenales que participan en el Consistorio en curso en el Vaticano, contando con la presencia del Papa Francisco. Fue evidenciada la necesidad que la reforma esté en grado  de expresar un profundo sentido de "comunión" entre el centro y la periferia de la Iglesia, sin limitarse a un mero hecho eficiente.

Al lado de los temas de la reforma del sistema económico, enfrentados hoy, que restituye "credibilidad" a la Iglesia, las intervenciones de ayer por la tarde y de  esta mañana han evidenciado las esperas en materia de subsidiaridad, de la relación entre la Curia romana y la Iglesias locales y del rol de las mujeres en la Iglesia que debería ser más activo.

A cuánto referido por el p. Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, en el curso de una pausa "esta mañana hubo una amplísima relación sobre los temas de economía y de los organismos económicos". "Una pequeña introducción del card. George Pell- con la proyección de "slide" acompañada de sus relativas explicaciones- luego tomó la palabra mons. Joseph F.X. Zhara, vice-coordinador del Concejo xe economía", y luego el card. Reinhard Marx, presidente del Concejo de economía que relacionó sobre este organismo de dirección. El card. Pell volvió a intervenir, hablando de la Secretaria para la economía e ilustrando el trabajo hecho y los balances. El presidente del IOR, Jean Baptiste de Franssu, en concreto ilustró la "situación actual y las prospectivas" del instituto, sostuvo que "los problemas más críticos ya están en el pasado, ahora hay que mirar para adelante". Muchas de las preguntas finales fueron en realidad de explícitas apreciaciones por el compromiso puesto en campo en la reorganización  de la administración de la Santa Sede en el sentido "de la transparencia, de la responsabilidad, de la integridad, de la competencia" que confieren gran "credibilidad" en el camino iniciado por la Curia Romana.

En el debate sucesivo, intervinieron 19 cardenales. "En general", dijo el p. Lombardi buena parte de las intervenciones fueron de aprecio. "Todas las relaciones han dado la impresión que la reforma de los dicasterios económicos y de la administración sean convincentes, hecha con gran insistencia sobre la transparencia, la responsabilidad, la integridad y la competencia". "No hubo un clima reivindicativo o agresivo" en relación con la Curia Romana, porque el "camino de reforma iniciado por el Papa Francisco está tan claro que es para el servicio de la Iglesia universal". Las preguntas fueron "en general de diversos temas", algunas para "pedir explicaciones y entender mejor", otras para preguntar "aclaraciones", otras para pedir "aclaraciones más técnicas y particulares". A este respecto por ejemplo, sobre la "relación entre la Santa Sede y el estado de la Ciudad del vaticano" y las "competencias de los varios organismos". En general se notó que "el espíritu positivo de credibilidad lleva a la Iglesia esta reforma debe tener difusión también en las diócesis". Respondiendo a una pregunta de los periodistas, el vocero vaticano afirmó que "no se hicieron referencias específicas" a la noticia referida a la noticia referida recientemente por el card. Sud-africano Wilfrid Foz Napier, de un conflicto sobre los balances y sobre las competencias de entrela Secretaría para la economía por un lado, Propaganda Fide y el pontificio concejo para los Textos legislativos, por la otra. No se hicieron previsiones sobre los estatutos del mismo super-ministerio (dicasterio) económico, (Sobre los estatutos se continúa trabajando porque hay puntos o cuestiones que deben aún ser re-definidas") o sobre completar los nombramientos ("nadie habló de previsiones de tiempo", pero se "subrayó la importancia del auditor general").

La relación entre Vaticano y Conferencias episcopales, refirió además el p. Lombardi, es uno de los "sentidos principales" de la reforma de los cuales se habló en la tarde. Esta expectativa se agrega a la necesidad, notado de varias partes, que las responsabilidades hasta ahora de pertenencia de los dicasterios vaticanos puedan ser descentradas en el sentido de la "subsidiaridad", conservando lo que de eficaz ya se desarrolló en el seno de las oficinas de la Santa Sede y cambiando por ahí o destinándolos a otros, lo que sea posible mejorar. "Volvía el criterio de la simplificación como criterio compartido y consideraciones sobre el personal, que sea un personal calificado ya sea del punto de la competencia ya del espíritu eclesial, de la espiritualidad, de la dedicación y que provenga de las diversas partes de la Iglesia, de tal modo que la Curia refleje también la riqueza y la variedad de la Iglesia universal. Se hicieron también intervenciones que volvieron sobre el tema de la responsabilidad de los laicos y en particular también de las mujeres y de su presencia en posiciones de  responsabilidad en la Curia Romana".

La reforma en acto es larga y compleja y no necesariamente- ha invocado alguno de los presentes en el Consistorio- esa debe representar un ruptura respecto a la "Pastor bonus", que en vez- fue reafirmado- contienen "elementos muy positivos e importantes", que no "van perdidos". Además, el mismo recorrido de renovación podría suceder "por partes", como ya había observado el p. Lombardi refiriéndose a la presencia expresada por algunos de los purpurados. "Un cierto consenso sobre el hecho que esté bien la posibilidad de actuación, si bien gradual, cuando sean decisiones o medidas que parecen maduras, que puedan comenzar a actuarse sin necesidad de esperar el completarse de toda la obra y que como decíamos requiere también un tiempo prolongado".