Japón, fondos estatales para congelar óvulos o hacer hijos después de los 45 años
La ciudad de Utayasu anuncia: desde el 1° de abril abre una nueva ala del hospital local para el depósito de los óvulos congelados. El ejecutivo pagará el 70% de los gastos médicos para las mujeres-entre 20 y 34 años- que querrán participar al programa. Japón arrastrado por una crisis demográfica que parece irreversible.

Tokio (AsiaNews)- El gobierno de la ciudad de Utayasu, en la prefectura de Chiba, aprobó un plan de financiación para las mujeres que quieran congelar los óvulos en edad reproductiva para luego usarlos una vez superado los 45 años. El ejecutivo separó unos 90 millones de yen (unos 670 mil euros) para la investigación y la tecnología relativa a la congelación de los óvulos. Además, dará apoyo  económico del 70% de los gastos médicos para las mujeres que quieran someterse al procedimiento.

La base de las operaciones es el hospital local, dirigido por la universidad  Juntendo. El 1° de abril abrirá sus puertas en una nueva ala, destinada al depósito de los óvulos. Podrán participar al programa las mujeres entre 20 y 34 años que quieran ser madres después de los 45 años. La cuestión de la edad y el envejecimiento de los óvulos están entre las principales causas de infertilidad en el Sol levante, que vive una terrible crisis demográfica.

La tasa de natalidad japonesa ha tocado un  nuevo record negativo en el años 2014, deteniéndose a poco menos de 1 millón de neonatos. Se trata de una caída de unas 9 mil unidades respecto al 2013. Los datos fueron dados por el  ministerio de salud. Son 4 años consecutivos que el número baja, mientras continúa a aumentar el número de decesos previsibles para el nuevo año. En 2013 los muertos fueron 1,3 millones.

Según algunas estimaciones, si no se invierte la ruta antes del 2050 la población japonesa llegará a ser de 97 millones, o sea 30 millones menos. Los expertos, economistas y sociólogos ponen en guardia al gobierno: el declino de la población "golpeará al sistema-país en diversos modos".

Si baja el número de personas entre los 15 y 64 años-o sea la edad  de trabajo- entonces caerá también el crecimiento potencial y disminuirá el Pib nacional. A su vez esto creará daños al sistema jubilatorio y a otros elementos de welfare social. El daño se sentirá en modo particular en las zonas rurales, donde algunas comunidades arriesgan la total extinción.

En vez de sensibilizar a los jóvenes y apoyarlos en la creación de una familia, el gobierno está eligiendo caminos alternativos. Según el intendente de Urayasu, que aprobó este gasto en el balance, "debemos crear una sociedad en la cual se pueda hacer nacer y crecer a un niño sin preocupaciones". La referencia es al debate en curso en la sociedad civil: por una parte están aquellos que sostienen a la familia tradicional y la procreación en joven edad, y por la otra se sostiene en vez que sólo una vez alcanzada la estabilidad económica se pueda n hacer hijos.