Phnom Penh (AsiaNews) - Las autoridades de Camboya ha arrestado y deportado a
Vietnam al menos 36 montañeses, desaparecidos misteriosamente en los últimos
días en el camino que separa los bosques al noreste de la capital de Camboya,
Phnom Penh. Lo refieren activistas pro-derechos humanos y un testigo
presencial, presentes en el momento de la detención. La policía bloqueó la
marcha del grupo y una persona que fue su guía en la noche del 25 de febrero en
el distrito de mamá Kon, en la provincia de Ratanakiri.
Los arrestos se realizaron en el marco de una operación conjunta de las fuerzas
de seguridad de Phnom Penh y Hanoi, con la intención de bloquear el flujo
ininterrumpido de refugiados montañeses de Vietnam a la vecina Camboya. En las
últimas semanas, las familias y los individuos han
dejado el País de origen, que huyen de la persecución y en busca de un
lugar seguro para refugiarse.
En declaraciones a Radio Free Asia (Rfa) un chofer camboyano ha afirmado
haber llevado al grupo cerca de la frontera con Vietnam y les han entregado a
la policía en Hanoi, en un punto de la provincia de Gia Lai frontera. Deportada
incluso la persona de nacionalidad camboyana, etnia Charai, que los estaba
ayudando.
Interrogadas al respecto, las autoridades de la provincia de Ratanakiri afirman
que no tenían información sobre las detenciones y deportaciones.
En el 2001 y en el 2004, al menos 2.000 montañeses - originarios de las zonas
montañosas del centro de Vietnam - han emigrado a Camboya para escapar de la
violencia de las autoridades de Hanoi; el régimen comunista los persigue y les
confisca sus tierras por su fe cristiana, por el apoyo brindado a las tropas
estadounidenses durante la guerra, y sobre todo para tomar posesión de sus
tierras. La mayoría de ellos consiguieron asilo político, con Washington en la
primera fila en la concesión de visados.
En los últimos años se ha incrementado el éxodo, y cada vez más familias están
tratando de cruzar la frontera, en busca de refugio en la vecina Camboya. Con
la ayuda de la ONU,
algunos han solicitado asilo político, aunque muchos son reacios a ponerse en
contacto con las autoridades de Phnom Penh, con el temor de ser deportados.
En las últimas semanas, son más de 50 los montañeses (entre ellos varios niños)
que han buscado refugio en los bosques de Camboya, obligados a luchar contra la
malaria y la falta de alimentos para sobrevivir.