Card. Tagle: Llevemos el Evangelio a Asia a través del encuentro personal
Hablando en la universidad católica de Washington, el arzobispo de Manila, subraya la importanc ia de la interacción humana "fundamental para combatir los males que afligen al mundo moderno". En el continente los cristianos "son aún una minoría, a veces percibida como extraña. Además de la palabra, se necesita el contacto y la confrontación con el otro".

Washington (AsiaNews)- La evangelización del continente asiático "debe ser a través del encuentro personal. La interacción humana es fundamental para combatir los males que afligen al mundo moderno: parte de la misión de la Iglesia es mostrar la riqueza del Evangelio en sus verdades universales, abiertas a todos los seres humanos. Pero en Asia, en particular, van transmitidas poniendo a la persona en primer plano". Lo dijo ayer el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, durante una conferencia en la Universidad católica de Washington.

Comunicar el anuncio salvífico de cristo, explicó, "es un deber y una tarea que necesita del diálogo. Y  para esto es necesaria la interacción: es necesario que la otra persona entienda plenamente cuánto sea importante, para el Señor y para la persona que se tiene enfrente. De este modo podremos acercarnos a los pueblos asiáticos.

De hecho, Asia, subrayó, "vive todavía bajo la influencia de las grandes religiones ancestrales. Los cristianos son una pequeña minoría dentro de la población. Y tenemos que admitir que, aún hoy, el cristianismo es visto en algunas partes de Asia como "extraño" a las culturas tradicionales". Pero el  ismo continente "sufre de tantos males en la sociedad. Pobreza, migración forzada, turismo sexual y tráfico de seres humanos. Hay una enorme necesidad de ponerse  en juego con el otro y convertirse en agentes de reconciliación"

Esta receta- la evangelización a través del encuentro- "está manifestada en manera clara en los viajes del Papa Francisco. Vi de cerca en Sri Lanka y Filipinas como diversas propuestas de la "Gaudium et Spes" se hacen realidad en la acción del pontífice. El Papa, con su atención en relación con los que sufren, presta atención a la realidad y comparte en modo real y activo los sufrimientos de quien tiene enfrente. No es sólo un maestro sino también uno que escucha".