Jerusalén (AsiaNews)- Al menos 5,8 millones de israelíes van hoy a las urnas en aquella que parece como un equilibrado brazo de hierro entre el Premier saliente Benjamin Netanyahu del Likud y una alianza sionista de centro-derecha, guiada por Isaac Herzog y Tzipi Livni.
Las sedes se abrieron esta mañana a las 7 y se cerrarán esta noche a las 22 (hora local). Casi seguramente los dos partidos podrán conquistar sólo un cuarto de los 120 escaños en la Knesset (Parlamento), abriendo a las contrataciones y a las alianzas con otros pequeños partidos.
La campaña electoral de Netanyahu fue dominada por los problemas de la seguridad de Israel, acusando a las amenazas del estado islámico y de Irán. Ayer el Premier saliente aseguró que si gana no habrá ningún Estado palestino. Pero su campaña fue disturbada por las acusaciones contra él y su mujer porque conducen una vida muy lujosa y que pesa en los gastos públicos.
La unión sionista condujo una campaña mirando a los problemas internos del país: economía difícil, precios caros, desocupación y prometió recalificar las relaciones con Palestina y la comunidad internacional.
La proyección en la vigilia, dan una ventaja de 3-4 escaños a favor de la Unión sionista respecto al Likud, pero este último quizás tenga más posibilidades de construir una alianza de partidos para garantizarse una mayoría.
Hace algunos días, una proyección de la radio israelí daba a la unión sionista 25 escaños; 21 al Likud; 13 a los partidos árabes. Luego 11 bancas a la Casa hebraica (HaBayit HaYehud, religioso sionista) y 11 al Yesh Atid (un partido de clase media).