Bangladesh: los católicos recuerdan al p. Pío Mattevi, el catequista de Khulna
de Sumon Corraya
El misionero saveriano se murió el 21 de febrero pasado. Vivió en el país por 48 años. Sus fieles lo recuerdan por el apoyo que les dio durante la guerra de liberación del Paquistán (1971) y por la dirección espiritual a los sacerdotes, hermanas, jóvenes y catequistas.

Khulna (AsiaNews)- "Nos ha enseñado cómo explicar el catecismo a los niños y a los parroquianos con competencia. A ser personas simples, pías y honestas como él. Él comprendió nuestras necesidades y nuestros dolores: amó muchísimo a nuestro país y a nuestro pueblo". Lucas Halder, catequista de la parroquia de Baniachor (diócesis de Khulna), recuerda así a AsiaNews, el p. Pío Mattevi, fue misionero saveriano en Bangladesh por 48 años. El sacerdote italiano falleció el 21 de febrero pasado. El 12 de marzo de este año más de 700 católicos, con el obispo y 23 sacerdotes, lo recordaron con una misa especial en la catedral de Khulna.

Nacido en Italia en el año 1938, el p. Mattevi pertenecía a la Pía Sociedad de S. francisco Javier para las misiones extranjeras (misioneros saverianos). La mayor parte de su vida, el sacerdote la vivió en la diócesis de Khulna, donde se dedicó a la enseñanza del catecismo a sacerdotes, hermanas, jóvenes y catequistas. Aquí, también fue director del National Social Catechetical Training center (Nsct). Hoy la diócesis puede contar con 52 catequistas.

Durante la homilía, mons. Romen Boiragi, obispo de khulna, dijo: "El p. Pío fue un misionero saveriano que sirvió a nuestra diócesis por mucho tiempo. Lo recordaremos siempre por su sincera obra pastoral y por sus enseñanzas. Desarrolló en modo ejemplar su tarea. Fue un gran misionero". Después de la guerra de liberación del Paquistán en 1971, recordó el prelado, "él trabajó también para los refugiados, ayudándoles a conseguir una casa y las cosas mínimas y necesarias para su subsistencia".

El p. Joseph Noren, un sacerdote del lugar, cuenta: "el p. Pío trabajaba en la parroquia, en la escuela, en el centro de formación, en el hospital y en el obispado. Pero permanecerá en nuestros corazones por su amor por Bangladesh y por la Iglesia. Era una persona responsable que siempre desarrolló todos sus tareas con amor".

"Durante la liberación- explica Arup Richard Halder, un laico- su contribución fue muy apreciada, yo fui un combatiente por la libertad y vi cuánto logró obtener con su celo pastoral y su obra apostólica. Que el señor le dé el eterno descanso"

Limon Biswas, otro fiel de la diócesis, lo recuerda como "un gran misionero". "todos deberíamos seguir su personalidad en nuestra vida. Ruego por su alma". "Hizo tanto por nuestro pueblo-afirma Lili Gomes-, permanecerá en nuestros corazones, Nos faltará".