Indonesia record por los enfrentamientos entre elefantes y la población
El avanzar de las cultivaciones humanas restringe el hábitat de los mamíferos, que arriesgan invadir las poblaciones. Las autoridades están preocupadas por el daño económico producido por los elefantes a los cultivos, excesiva violencia de las poblaciones locales

Yakarta (AsiaNews/Agencias)- Indonesia es el país con el más alto número de choques entre elefantes y seres humanos. Los dice el doctor Sunarto, experto en protección de las especies animales del WWF, que denuncia: “El peligro de conflictos es el más alto en Asia. Esto podría ser causado ´por la actitud intolerante del hombre o por la drástica disminución del hábitat natural del elefante”.

Co dos mil ejemplares de elefantes registrados, Indonesia se coloca en el 4° puesto en la clasificación de Estados asiáticos con una presencia masiva de estos mamíferos en el propio territorio. En el primer puesto está India, con unos 8 mil, le sigue Malasia con 3.800 y Myanmar con 2.600.

Si bien no está en el primer lugar como país, por la presencia de elefantes en su territorio, Indonesia es la primera en porcentaje de accidentes hombre-elefantes sobre el total nacional: 1,2%, referido al número de animales. El segundo país clasificado, Tailandia, con sólo el 0,4%.

Indonesia, a diferencia de las otras naciones citadas, parece sufrir más del “problema elefante” a causa de su poca extensión territorial. El desarrollo de las actividades humanas en las islas del archipiélago ha llevado en los años a una siempre mayor extensión de los cultivos en tierras salvajes, territorios habitados por la fauna local, de los cuales los elefantes son los de mayor representación.

El elefante resulta uno de los animales más nocivos para los cultivos. Debiendo consumir unos 450 kg de comida por día, un solo animal es capaz de roer el suelo un entero campo de trigo en un solo día.

Según Ruswanto, coordinador del equipo de vuelo del parque natural Tessa Nilo de Sumatra, la excesiva recuperación de tierras incultas destinadas a la agricultura está teniendo impacto imprevisto y dramático sobre la población de elefantes que vive en la isla. Los mamíferos, que antes vivían en un enorme grupo, fueron obligados por las expansiones de los hombres a separarse en 9 grupos más chicos.

El disminuirse el hábitat del elefante aumenta el riesgo que algunos ejemplares puedan invadir los asentamientos humanos. Cuando esto sucede, para evitar enormes daños económicos y el riesgo que un animal pueda aplastar o matar a una persona, la población local no duda en dispararles.