El patriarca Beshara Rai va a Armenia para conmemorar los 100 años del genocidio
de Paul Dakiki
Para el líder de la Iglesia maronita, la memoria del genocidio es “un importante evento para la Iglesia y los pueblos de Oriente”. Gracias a los mártires, la Iglesia fue “reforzada y difundida”. La invitación a musulmanes y cristianos a reconstruir el Líbano, “gran mosaico” donde “ninguna de sus partes puede ser sacrificada”.

Beirut (AsiaNews)- Desde hoy hasta el 28 de abril, el patriarca maronita Beshara Rai está en Yeveran (Armenia) para participar a las ceremonias que conmemoran los 100 años del genocidio El 24 de abril, jornada en la cual los armenios recuerdan el evento, será celebrada una misa donde serán canonizados los mártires conocidos y desconocidos.

La ceremonia del centenario de los mártires armenios- dijo hoy Rai- asesinados hace 100 años no es sólo una ceremonia litúrgica, sino un importante evento para la Iglesia y los pueblos de Oriente.

A través de los mártires, explicó, “la Iglesia se reforzó y difundió, y fue bautizada en su sangre”.

Entre los años 1915/17, hacia el final del imperio otomano, unos 1,5 millones de armenios fueron masacrados en el tentativo de deportarlos a Anatolia. Según muchos históricos- también turcos- la masacre puede ser definida como “el primer genocidio del S.XX”, como se expresó-citando a Juan Pablo II- el mismo Papa Francisco el 12 de abril pasado.

El gobierno turco rechaza usar la palabra “genocidio” y afirma que el número de las víctimas fue inflado y que las muertes fueron a causa de la guerra civil que se desencadenó en el país, en el cual murieron también muchos turcos.

Del mundo turco surgieron reacciones al discurso del Papa y contra la decisión de la Unión europea que habló de “genocidio”.

Una reacción más calma vino de parte del Premier Ahmet Davutoglu, que ayer- si bien no habló de “genocidio”- dijo que los turcos comparten el dolor de los armenios y desean curar las heridas del pasado provocadas sobre los “hijos y lo hijos de los hijos de los armenios otomanos”.                                                         

El patriarca Rai, refiriéndose más en general a la situación de la región y del Líbano, dijo que el Medio Oriente necesita urgentemente de valores cristianos, fundados en el amor y en la verdad y no sobre la violencia y el dinero.

Hablando de la situación de inmovilidad en las elecciones presidenciales en Líbano, él pidió a los políticos del país que superen las divisiones y las disputas. “Musulmanes y cristianos- dijo- debería  construir un Estado democrático y civil basado en la igualdad, el respeto de los derechos humanos y la libertad”. El Líbano- agregó- es un gran completo trabajo de mosaico y ninguna de sus partes puede ser sacrificada”.